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El G7 corrige el plan de negocio de Nueva Pescanova sin auditores y a tres años vista

Descarta contratar otro asesor externo y opta por modificar el documento a nivel interno -El compromiso de permanencia de la banca es de un trienio

El administrador único de Nueva Pescanova, Jacobo González-Robatto, ha puesto en cuarentena cualquier inversión de la banca en la compañía hasta que ésta salga de pérdidas y "demuestre" que merece la confianza y el riesgo de sus principales accionistas. Aunque el directivo ha tomado ya las primeras medidas -promocionando a gente de la casa a puestos de mayor responsabilidad, como avanzó FARO en exclusiva-, el futuro consejero delegado (CEO) tendrá a su disposición un plan de negocio y de viabilidad revisados. "No nos valen los planes que hemos heredado, sobre todo porque no se han cumplido. Vamos a revisarlos todos", explicó Robatto a este periódico. Pero, según fuentes próximas a la multinacional, los directivos consideran que "no es necesario" volver a contratar a un asesor externo para remodelar el plan de viabilidad, que elaboró en su día la auditora Pricewaterhouse Coopers (PwC). "El escenario de negocio hace necesario revisar el plan, pero es un trabajo que hará la propia compañía a nivel interno a lo largo de los próximos meses", confirmaron las mismas fuentes.

Hay dos circunstancias exógenas a la compañía que hacen necesaria la "revisión" del plan de viabilidad. En primer lugar, la fuerte apreciación del dólar, un factor perjudicial para Nueva Pescanova en tanto su tasa de penetración en mercados de fuera de la eurozona es muy limitada (en torno al 30%). La empresa apenas vende en dólares pero sí se ve obligada a importar en esta divisa toda la materia prima que procede de Centroamérica (el langostino de cultivo) o las capturas de Uruguay, Argentina o Namibia. En segundo lugar, la recuperación de las granjas acuícolas tailandesas, aquejadas durante meses del síndrome de mortalidad temprana (Early Mortality Syndrome, EMS). Con sus plantas en plena producción, la mayor oferta ha derribado la cotización de esta especie hasta un 40% en algunos mercados centroamericanos, lo que obliga a las granjas a vender más para mantener la producción, con el consiguiente incremento de costes para su mantenimiento.

Pero González-Robatto quiere conocer también los resultados de la multinacional para averiguar si destruye flujo de caja y por qué entró en pérdidas en el primer semestre. Si bien la facturación será superior a la del año pasado (901 millones hasta noviembre), el resultado bruto (o Ebitda) no cumplirá las previsiones de alcanzar los 98 millones de euros, como consta en el plan de pagos presentado por el consejo de administración de Pescanova SA. A cierre del tercer trimestre, el Ebitda era inferior al de 2014 en más de un 30%. La ventaja con la que cuenta el holding pesquero es que este año sí computarán los ingresos de diciembre porque Nueva Pescanova SL culmina su ejercicio fiscal el último día del año, no como la matriz (que lo hacía a 30 de noviembre).

En todo caso, para esa "revisión" del plan de negocio los principales accionistas han optado por "ser lo más precisos posible" en el corto plazo, a tres años vista máximo. Un trienio es, precisamente, el tiempo en el que la banca tiene que permanecer en el capital de la compañía como mínimo, como así consta en la cláusula que firmaron las entidades del llamado G7. Queda descartado, eso sí, que haya que tocar las líneas básicas del plan de viabilidad y el plan de pagos, ya que el incumplimiento de este último situaría a la empresa en una posición comprometida con sus acreedores.

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