El reparto de componentes para la próxima generación de furgonetas que PSA Peugeot Citroën lanzará en Vigo y Mangualde a principios de 2018 está a punto de culminar. Hasta la fecha, más de una docena de proveedores implantados en la comunidad -la mayoría en la comarca viguesa- se han adjudicado piezas del proyecto K9, lo que les asegura carga de trabajo para un periodo no inferior a diez años, y está previsto que a lo largo de las próximas semanas se confirmen nuevas atribuciones. Entre las últimas industrias de componentes que han recibido encargos destacan las plantas de Porriño de los grupos Faurecia y Antolín, según fuentes sindicales y sectoriales. La cifra de negocio del K9 en Galicia superaba ya a principios de octubre los 370 millones de euros anuales y ha llevado a varias multinacionales a ampliar sus instalaciones.
El proceso de adjudicación de componentes del K9 (tres vehículos comerciales ligeros de las marcas Citroën, Peugeot y Opel) comenzó oficialmente a principios de 2015 y estrenó la nueva política de compras de la multinacional francesa bajo el timón de Carlos Tavares, primando los costes por encima de todo. En este lanzamiento, los proveedores vigueses han tenido que hacer frente a una mayor competencia de los fabricantes instalados en el norte de Portugal y en Marruecos y pese a que algunos componentes se han perdido a favor de estos mercados low-cost, el balance global del reparto de carga de trabajo no ha sido tan malo como se podía prever, según fuentes sectoriales, y se han captado piezas para Galicia que en la actualidad se importan desde el norte de los Pirineos.
Entre las plantas gallegas beneficiarias del proyecto están Benteler, Denso, Snop Estampación, Grupo Antolín Vigo, Autoneum, Viza, Maier Ferroplast, ZF TRW y Plastic Omnium Auto Inergy Spain, y en el caso de firmas como Benteler, Autoneum y Snop, la adjudicación del proyecto les ha llevado a programar la ampliación de sus instalaciones actuales para atender la demanda de piezas para las furgonetas (PSA estima una producción anual superior a las 230.000 unidades), como avanzó FARO en exclusiva. Dos de los últimos proveedores en recibir encargos del K9 han sido las plantas de Faurecia (Interior Systems España) y Antolín (PGA) en Porriño. La primera, especialista en el desarrollo y producción de piezas fabricadas a partir de fibras de madera de pino, ha recibido referencias como las bandejas traseras del K9 y otros componentes de interior, mientras que PGA fabricará piezas metálicas para las furgonetas, según indicaron fuentes sindicales.
Nuevas atribuciones
A lo largo de las próximas semanas está previsto que se anuncien nuevas atribuciones a industrias gallegas, y después le tocará el turno a los proveedores de nivel 2 (Tier 2). Están pendientes de confirmación oficial firmas como Plastic Omnium Componentes Exteriores en Redondela, Reydel Automotive en O Cerquido y Megatech en Ourense, entre otras, según ha podido saber este periódico. El director de PSA-Vigo, Yann Martin, había informado a principios de octubre de que el K9 había generado ya hasta entonces un negocio anual en Galicia de 370 millones de euros, y que las empresas implantadas en la comunidad habían logrado retener el 63% de los componentes asignados. Las actuales furgonetas (B9) representan unas ventas para la automoción gallega de 590 millones anuales, y todo parece indicar que el K9 superará esa cifra.
Portugal ha sido el gran otro beneficiario del proyecto. La adjudicación de los escapes del K9 a la alemana Eberspächer (componentes fabricados hoy por Faurecia en Vigo), que montará una fábrica en el norte del país vecino, y de los sistemas de iluminación a la factoría lusa del grupo austriaco Aspöck, son dos ejemplos de cómo Portugal ha incrementado su cuota de negocio con el K9. También TRW ZF fabricará en Ponte de Lima y Vila Nova de Cerveira el grueso de los componentes para el K9, como los airbags y los volantes, mientras que en Vigo se quedan las carcasas y cubiertas de los cojines de aire.
