Abengoa afronta esta semana el reto de desnudar sus cuentas para mostrar el detalle de su deuda a unos acreedores que exigen conocer la letra pequeña antes de ofrecerle la liquidez que necesita para funcionar en los próximos meses, cifrada por el grupo en 450 millones. Ante la petición millonaria de Abengoa para afrontar los pagos durante los cuatro meses del preconcurso, la banca se muestra dispuesta a empezar a aportar liquidez en los próximos días para que la compañía pueda pagar a empleados y proveedores.