El coche autónomo es una realidad. Lo que hace apenas unos años podría parecer pura ciencia ficción, hoy ya es posible. El prototipo desarrollado por PSA Peugeot Citroën que ayer viajó de Balaídos a Madrid es capaz de circular con normalidad por autopistas, autovías y vías rápidas, de adaptarse a las circunstancias de cada tramo (diferentes límites de velocidad y señalizaciones, etc.) e incluso de realizar adelantamientos. FARO ha podido subir a bordo del coche con el responsable de proyecto del vehículo autónomo del grupo PSA, Sébastien Lefranc, y una piloto para testar su funcionamiento por la circunvalación de Vigo.

La prueba comenzó en la entrada a la VG-20 en Navia. "Ya está, ahora la máquina tiene el control", afirmó Lefranc al tiempo que la piloto levantaba las manos del volante. El coche, dotado de todo tipo de sensores (radares, ultrasonidos, cámaras y láser), aceleró hasta alcanzar la velocidad máxima que marca el vial y continuó la marcha perfectamente centrado en el carril derecho. Lefranc aprovechó el momento para explicar que PSA lleva 15 años trabajando en los sistemas de conducción automatizada, pero que desde hace tres sus investigaciones se han intensificado con la colaboración de proveedores y centros tecnológicos europeos como el CTAG de Porriño.

Circular a 100-120 km/h con una máquina al mando impone, sobre todo en tramos con curvas, pero no asusta. El sistema monitoriza en todo momento el exterior del vehículo, anticipándose a maniobras como cambios de velocidad, como ocurrió al llegar al túnel de Valadares, donde el máximo permitido es de 80 km/h. El prototipo, con suavidad, ajustó la velocidad y prosiguió su marcha. Lefranc confirmó que esta tecnología llegará al mercado antes de 2020.