El consorcio automovilístico alemán Volkswagen (dueño de la española Seat) reducirá en casi el 8% sus inversiones previstas inicialmente para el año próximo. Este recorte es una consecuencia del escándalo de los motores manipulados para aparentar unas menores emisiones contaminantes y que está suponiendo un quebranto económico para el grupo.

Frente a los 13.000 millones de euros anuales previstos para los próximos ejercicios, en 2016 la inversión de Volkswagen disminuirá hasta 12.000 millones. La mitad de esta cifra se destinará a sus 28 fábricas en Alemania.