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Un grupo alemán arrebata a Faurecia el suministro de escapes para los K9 de PSA

El grupo alemán arrebata el suministro de estos componentes a la fábrica de Faurecia en O Caramuxo - Las furgonetas representan hoy el 60% de la producción del centro vigués, con unos 200 empleados

Exterior de las instalaciones de Faurecia en el Polígono de O Caramuxo. // Adrián Irago

La dirección de compras del grupo PSA Peugeot Citroën ha adjudicado la fabricación de los sistemas de escape del K9 (la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de las marcas Peugeot, Citroën y Opel) a la multinacional germana Eberspächer, que abrirá una planta en el norte de Portugal para este proyecto, según ha podido saber FARO. Esta firma se impuso en la puja por este lote de componentes a Faurecia, que hasta ahora suministraba los escapes a PSA-Vigo desde la factoría que tiene en el área industrial de O Caramuxo, en Vigo. Las furgonetas actuales (B9) representan en la actualidad el 60% de la producción total del centro vigués (fabrica escapes y techos acristalados para el B9), con unos 200 trabajadores (180 indefinidos y el resto, eventuales).

Responsables de la planta de O Caramuxo (Faurecia Sistemas de Escape España) trasladaron ayer el fallo de PSA a los miembros del comité de empresa (5 de CC OO, 3 de UGT y 1 de CIG), que han decidido convocar una asamblea de trabajadores para el próximo martes para analizar la situación y tomar las medidas convenientes. Según ha podido saber FARO, la competencia de la factoría viguesa era doble: por una parte, otras empresas de componentes como es el caso de Eberspächer, que ya fabrica escapes para algunos modelos de gasolina de PSA; y por otra, la factoría de sistemas de escape de la propia Faurecia en el norte de Portugal, en Bragança (Faurecia Sistemas de Escape Portugal), donde la filial de PSA ha anunciado recientemente una inversión de 40 millones de euros y la creación de unos 400 puestos de empleo.

Finalmente, y después de una intensa negociación, el proveedor elegido ha sido la alemana Eberspächer, que carece de estructura industrial próxima a las fábricas de PSA en Vigo y Mangualde (donde se ensamblará el K9), por lo que ha comprometido la apertura de una planta en el norte de Portugal para asumir el encargo. Según fuentes del sector, no se descarta que el montaje final de los componentes que integran el sistema completo de los escapes y las entregas en síncrono a la planta de Balaídos las continúe haciendo Faurecia, como hasta ahora, aunque no hay confirmación oficial al respecto. Eberspächer cuenta con más de 65 plantas en todo el mundo y entre sus clientes están los principales fabricantes mundiales de turismos y vehículos comerciales, segmento este último en el que está muy especializado. El origen de la compañía se remonta a 1865.

La elección de Eberspächer frente a su filial Faurecia ha vuelto a poner de manifiesto el cambio cultural que está experimentando el grupo PSA Peugeot Citroën a la hora de seleccionar a sus proveedores, primando los costes por encima de cualquier otro vínculo (histórico, empresarial, etc.). El caso de Faurecia Sistemas de Escape es similar al de Faurecia Asientos de Galicia, que desde su instalación en Vigo a comienzos de la pasada década había fabricado siempre los asientos de las furgonetas de PSA-Vigo. Hasta ahora. Con el K9, el único proveedor de asientos será Grupo Antolín, como adelantó FARO en exclusiva. En ambos casos, las plantas tendrán que adjudicarse nuevos proyectos para compensar la pérdida del K9, que garantizaba carga de trabajo (se prevén más de 230.000 coches al año) hasta 2028. Fuentes sindicales explicaron ayer que exigirán al grupo francés Faurecia un compromiso real con la planta de O Caramuxo, que se traduzca en un plan industrial e inversiones, al igual que se está haciendo con la planta de Bragança. De lo contrario, advierten, el centro vigués puede quedarse obsoleto.

El principal proyecto al que aspiran ahora los dos centros de Faurecia en Vigo es el nuevo vehículo por el que puja PSA en Balaídos, cuya asignación podría producirse a principios del segundo trimestre de 2016, y en el que la planta viguesa tiene una posición "preferencial" tras la transformación sufrida con las últimas inversiones y acuerdos adoptados. Algunas fuentes sostienen que Faurecia podría haber preferido centrar sus esfuerzos en este nuevo coche frente al K9, porque a priori se espera que aporte mayor valor añadido, aunque de ser así la estrategia sería arriesgada. En el caso de los asientos, Grupo Antolín volverá a pujar por los del nuevo vehículo con todo su arsenal, según ha podido saber este periódico.

Portugal, en cabeza

La nueva planta de Eberspächer se sumará a la lista de inversiones que el norte de Portugal ha captado de la industria del automóvil en los últimos dos años, periodo en el que han fructificado proyectos de multinacionales asentadas históricamente en Vigo como BorgWarner y MGI Coutier, e incluso de proveedores de capital gallego como Cablerías Auto y Valver. También han abierto plantas la parte portuguesa de la Eurorregión -o están en proceso de apertura- Eurocast, Bosch, Uchiyama y Wuhan, y hay fuertes ampliaciones en marcha por parte de industrias como Aspöck.

En Galicia, las últimas inversiones en el sector de componentes que han trascendido son la nueva planta de la viguesa Aludec en Ponte Caldelas y las ampliaciones anunciadas o ya en marcha de Benteler, BorgWarner (una nueva unidad de I+D), Autoneum, Snop y CIE Galfor. Desde la Xunta, con el ánimo de atraer inversiones y frenar la deslocalización de empresas al norte de Portugal, se ha puesto en marcha un plan de alquileres low-cost en los parques empresariales de su titularidad.

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