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La industria gallega se reinventa

Nor Rubber diseña nuevos apoyos elásticos para puentes capaces de aguantar seísmos

La firma tudense envía los soportes a Milán para su homologación antes de exportarlos

La responsable del laboratorio de I+D de Nor Rubber, con uno de los prototipos de apoyo que se enviarán al Politécnico de Milán. // M.G.B.

Diversificación, internacionalización e innovación. Con este cóctel, la tudense Nor Rubber, el mayor fabricante español de bandas transportadoras reforzadas con cable de acero y otros productos transformados del caucho, ha estrenado una nueva etapa de crecimiento con la que quiere consolidar su actividad y sus 90 puestos de trabajo. Una de sus últimas innovaciones estrella son los apoyos elásticos antisísmicos para puentes, cuyos primeros prototipos serán testados en los próximos meses en el Politécnico de Milán, el único centro habilitado de la Unión Europea para conceder este tipo de certificaciones. En paralelo, la compañía instalada en la parroquia de Areas mantiene su liderazgo en la fabricación de defensas marinas para buques y puertos, así como de bandas transportadoras para la minería. Este último sector, al que lleva asociada cuarenta años, ha llevado a la compañía a abrir delegación comercial en México y ahora prepara el salto a Chile -una de las principales potencias mineras del mundo- y Colombia.

Nor Rubber atesora más de quince años de experiencia en la fabricación de soportes elásticos para puentes y otras estructuras, incluso con propiedades antisísmicas. "Nosotros ya fabricamos los soportes antisísmicos para la autopista del norte en Azores", recuerda José Manuel Quintana, director general de la compañía. La diferencia hoy es que se exige una homologación muy restrictiva para poder exportar estos productos a países con intensa actividad sísmica, como Japón o Chile. Estos apoyos se componen de una serie de capas de acero reforzado y goma, con una base central de plomo. "Tienen unas propiedades especiales, con mayor elasticidad que los soportes normales que se pueden instalar aquí", destaca Quintana, que confía en obtener la homologación de Milán en un plazo no mayor de dos meses. Con este certificado bajo el brazo, la compañía tudense aspira a disparar sus ventas en este segmento.

La diversificación de productos ha permitido a la empresa capear la crisis económica con cierta tranquilidad. La firma tudense, que desde hace quince años está gestionada por sus trabajadores a través de una sociedad anónima laboral, es el principal proveedor de defensas marinas para buques del país, contando entre sus principales clientes a grupos navales como Armón (para el que ha fabricado todas las defensas del megacontrato de 14 remolcadores para la Autoridad del Canal de Panamá). "También vamos a suministrar las defensas de los remolcadores que Freire está construyendo en México", señala Quintana. La sociedad prevé un crecimiento sostenido de la facturación en los próximos años, que en la actualidad ronda los 6 millones de euros.

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