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El futuro de la automoción gallega

PSA-Vigo apura su "transformación" para pelear en 2016 por un nuevo lanzamiento

El plan industrial hasta 2021 mantiene la actual estructura con dos líneas de montaje y la liberación de naves para proveedores - Factoría y sindicatos afrontan un convenio exprés

Los representantes de los sindicatos (izquierda) y la empresa, ayer, en el Museo Verbum. // Adrián Irago

El centro vigués de PSA Peugeot Citroën volverá a plantar batalla el próximo año por un nuevo modelo de la multinacional francesa. Responsables de la planta aprovecharon ayer el inicio de las negociaciones del nuevo convenio colectivo para presentar a los sindicatos los detalles del plan industrial de Balaídos para el periodo 2016-2021, que recoge una profunda transformación de la planta para acoger el lanzamiento del proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas de las marcas Citroën, Peugeot y Opel) y preparar el terreno para adjudicarse un nuevo modelo que permita mantener sus dos líneas de producción (la actual estructura biflujo). También contempla la liberación de algunas naves para que se ubiquen en el polígono nuevos proveedores, contribuyendo a reducir los costes logísticos.

Sobre el nuevo convenio colectivo, la negociación pretende cerrarse el próximo 23 de noviembre y se limitará a aquellos aspectos que no se hayan abordado en el plan de competitividad firmado hace un año con la mayoría sindical del SIT-FSI, en vigor hasta 2019, como avanzó este periódico. Quedan fuera, pues, trece artículos del convenio, la mayoría referentes a las condiciones económicas.

La transformación de Balaídos será física y operativa, según el plan desgranado ayer. Algunos de los cambios "físicos" ya se han implementado, como la ampliación de la nave de mecánica (S) y la construcción de las naves G y MHF; otros están en marcha, como la nave H, que acogerá un parking en altura y tendrá usos logísticos, y otros están pendientes, como la nave Z y el circuito de pruebas. A mayores, la reordenación de la actividad prevé la liberación de espacios como la nave Q, en la parte suroeste del complejo, para que se instalen nuevos proveedores en el polígono (el primero en hacerlo ha sido Azkar).

Los cambios morfológicos incluyen de igual forma la unión de naves, como sillería con Montaje, entre otros. Aunque el verdadero cambio en PSA-Vigo afectará a los flujos logísticos, tanto internos, como la introducción del sistema full-kitting en el Sistema 2 (se modifica todo el reparto de piezas al borde de línea, que además se automatiza) para el lanzamiento del K9, como externos, aplicando las teorías del Monozukuri (que implica mayor control de los componentes desde el propio proveedor).

Todo esto permitirá a la factoría viguesa pelear con ciertas garantías por un nuevo modelo que dé continuidad al Sistema 1, y fuentes sindicales aseguran que esa pelea se librará ya en los primeros meses del próximo año. La empresa, dentro de su política de confidencialidad, guarda absoluto silencio sobre sus planes para captar nuevos modelos, aunque en su exposición del plan industrial recordó que solo dos plantas de PSA en Europa mantienen hoy el sistema biflujo, es decir, dos líneas de producción: Vigo y Sochaux, la mayor factoría francesa y cuna de los Peugeot. De hecho, el grupo pasó de 17 líneas de fabricación en Europa en 2010 (12 francesas, 4 en la península Ibérica y 1 en Trnava) a 11 (6 en Francia, 4 en la península Ibérica, de las cuales 2 están en Vigo, y 1 en Trnava).

Convenio exprés

La negociación del nuevo convenio colectivo de PSA-Vigo, que afecta a 5.600 trabajadores y que la empresa pretende cerrar en cinco reuniones (la última, el 23 de noviembre), estará limitada por los acuerdos del plan de competitividad de 2014, de carácter económico. El sindicato mayoritario, el SIT-FSI, aseguró que no está "en disposición de negociar nada que suponga una merma en las condiciones socioeconómicas actualmente en vigor". Desde UGT señalaron que hay "una serie de temas importantes" que es necesario tratar para "afianzar un futuro que no pase por nuevos recortes" y que permita mejorar las "condiciones" de los trabajadores, y CC OO exigirá "mejoras en las condiciones sociales y económicas" que compensen a la plantilla por "los esfuerzos realizados". La CIG defenderá "un reparto más equitativo del trabajo", reducir las "altas cargas y ritmos de trabajo" y recuperar poder adquisitivo y la CUT advirtió de que el sindicato parte de la "predisposición" de no firmar el convenio si conlleva aceptar el plan de ajustes, que consideran "inasumible". La próxima reunión, mañana jueves.

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