La tasa a las transacciones financieras que once países europeos, entre ellos España, se comprometieron a poner en marcha para 2016 sigue logrando avances, pero no los suficientes como para anticipar cuándo podría entrar en vigor. "Estamos en una fase en la que hemos solucionado casi todos los puntos", afirmó ayer el ministro austríaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, quien lidera los trabajos del grupo.