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Las contrataciones de menos de una semana repuntan un 48% en Galicia en tres años

Los contratos indefinidos bajan un 21% desde la entrada en vigor de la reforma laboral

Las contrataciones de menos de una semana repuntan un 48% en Galicia en tres años

Los sindicatos denuncian en los últimos meses -con cada publicación de las estadísticas de paro registrado y de la Encuesta de Población Activa (EPA)- que la creación de empleo en España se asienta en la temporalidad y la precariedad. Los datos dan la razón a las centrales sindicales al constatarse un importante aumento de los contratos temporales desde la entrada en vigor de la reforma laboral en febrero de 2012. Las contrataciones de una semana de duración o menos -de días o incluso horas- aumentaron un 48% en Galicia en los últimos tres años, al pasar de las 136.546 registradas entre enero y septiembre de 2012 a las 202.070 del mismo periodo del presente ejercicio, según los datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

El incremento se da en unos años en los que el número total de contratos subió considerablemente (un 26%, pasaron de 522.543 en los primeros nueve meses de 2012 a 660.178 este año) pero apoyado fundamentalmente en empleos de carácter temporal. De hecho, las contrataciones indefinidas descendieron un 21% en estos tres años, pasaron de 44.954 a 35.503, y las temporales repuntaron un 31%, de 477.589 a 627.675. El alza en este último tipo de contratos se concentra principalmente en los de menos de una semana de duración. Si hace tres años representaban el 26% del total (sumados temporales e indefinidos) ahora su proporción es 4,6 puntos superior, del 30,6%. Mientras, en el resto de contratos de mayor duración el peso sobre el total se mantiene más o menos estable.

"Esto más que temporalidad es precariedad. La reforma laboral provocó el fraccionamiento de los empleos a tiempo completo en varios contratos parciales, con lo que se crean puestos de trabajo en los que el ocupado apenas cotiza para el desempleo, para una futura jubilación y que tampoco cobra lo necesario para vivir dignamente", resume la secretaria de Empleo de CCOO en Galicia, Maica Bouza.

El aumento de las contrataciones de una semana a un mes de duración también es importante, del 27%, pero su peso sobre el total apenas varió desde 2012, al pasar de representar el 10,4% hace tres años al 10,5% en la actualidad. Galicia contabilizó 54.395 acuerdos laborales de entre siete y 30 días de duración de enero a septiembre de 2012 y en los nueve primeros meses de este año superó los 69.000. La suma de estos contratos con los de menos de una semana de duración revela que cuatro de cada diez contratos registrados en la comunidad gallega duran menos de un mes.

"Actualmente estamos repartiendo miseria. El crecimiento de los puestos de trabajo a tiempo parcial hace que crezca el empleo y los trabajadores pobres. Son contrataciones con fecha de caducidad en las que no se apuesta a futuro por los empleados", lamenta Bouza.

Las ocupaciones de entre uno y seis meses de duración también aumentaron desde 2012, un 18%, al pasar de 96.495 hace tres años a más de 113.000 en el presente ejercicio. Su peso sobre el total, sin embargo, se redujo un punto y medio: pasaron de ser el 18,5% del total a representar el 17%.

La mayor subida corresponde a los contratos de seis meses a un año, con un alza del 51% desde la entrada en vigor de la reforma laboral. Su peso en el conjunto de acuerdos entre empleados y empresarios, sin embargo, es muy inferior al de los casos anteriores, de solo el 2,7%, levemente superior al 2,3% que significaban en 2012. En estos tres ejercicios pasaron de 11.969 a 18.121, muy lejos de los más de 200.000 que duran menos de una semana.

Mientras, las contrataciones de más de un año se redujeron un 8,5% (de 2.232 a 2.041) y representan solo el 0,3% del total, frente al 0,4% de tres años atrás.

Los contratos de duración indeterminada -en los que no se especifica cuando finalizan- aumentaron, por su parte, un 26% desde 2012, al pasar de los 175.952 de enero a septiembre de hace tres ejercicios a los 222.488 de los nueve primeros meses de 2015. Su peso sobre el global, sin embargo, no varió en estos años: el 33,7%.

Lo más negativo de la tendencia actual, según los sindicatos, es que la temporalidad y la precariedad va a más cada año que pasa, con un incremento constante. Las estadísticas vuelven a darles la razón. En 2012, el primer año de vigencia de la reforma laboral, los contratos de menos de una semana firmados entre enero y septiembre ascendieron a 136.546. En el mismo periodo del año siguiente ya superaron los 147.000, el año pasado se contabilizaron 176.653 y en el presente ejercicio hubo más de 200.000.

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