Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lío perenne en las patronales gallegas

Las luchas internas por el poder en las confederaciones de empresarios territoriales y sectoriales amenazan con socavar su papel en la economía y la sociedad gallegas

De izquierda a derecha, Jesús Quintá García, Antonio Fontenla, José Manuel Pérez Canal y José Manuel Fernández Alvariño, en las pasadas elecciones a la patronal gallega (CEG), en agosto de 2013. // X. Álvarez

La imagen de las patronales gallegas no atraviesa su mejor momento. Las luchas internas por el poder, que afectan tanto a las organizaciones de carácter territorial (como es el caso de la Confederación de Empresarios de Galicia, en la que se acaba de convocar elecciones por el "bloqueo" a las cuentas, y de varias provinciales, entre ellas, Pontevedra) como sectorial (el último episodio, el cambio frustrado de presidente en la Cooperativa de Armadores de Vigo), amenazan con socavar el papel protagonista que estas entidades -al igual que los sindicatos- juegan en la economía y la sociedad gallegas, hasta el punto de que algunas voces empresariales han empezado cuestionar su representatividad.

| Confederación de Empresarios de Galicia-CEG. Las tensiones territoriales entre las provincias de Pontevedra y A Coruña han marcado la historia de la patronal gallega desde su constitución en 1981, y la reciente convocatoria de elecciones por parte de su presidente, José Manuel Fernández Alvariño, debido al "bloqueo" en la aprobación de las cuentas, ha vuelto a alimentar esa rivalidad. Pero, ¿qué ocurre realmente en la CEG?

Para el todavía presidente de la CEG, el origen del acoso a su gestión es doble: por una parte, las aspiraciones del líder de los empresarios coruñeses, Antonio Fontenla, de recuperar el trono de la CEG que perdió frente a él en 2013 y que había ocupado durante doce años; y por otra, la campaña en su contra impulsada por una "organización de ámbito gallego" que tiene sus raíces "aquí en Pontevedra", en clara alusión -aunque sin citarla- a la patronal metalúrgica Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia). "Nació todo aquí", aseguró Alvariño en una entrevista concedida ayer a FARO.

La pérdida de apoyos del presidente es evidente, hasta el punto de que las cuentas de 2014 y el presupuesto de 2015 de la CEG continúan sin aprobarse, lo que ha provocado la asfixia financiera de la organización (obligando a suscribir una póliza de crédito de 400.000 euros con una entidad financiera para pagar los gastos corrientes: nóminas, etc.). Alvariño defiende a ultranza su gestión al frente de la patronal gallega, que se ha centrado en "adelgazar" la estructura de la organización y en darle mayor peso a las confederaciones provinciales.

Las voces contrarias a Alvariño, en cambio, no dudan en calificar la gestión del vigués de "escándalo" y centran sus críticas principalmente en el hecho de que no haya sido capaz de aprobar las cuentas y el presupuesto, en la contratación de servicios de la CEG a empresas personales (como el renting de coche y chófer y el seguro de la sede de la Confederación, aprobados con el plácet de la junta directiva) y en el descontrol de gastos y la caída de los ingresos. También le recriminan "presiones" a favor de Jorge Cebreiros en las pasadas elecciones a presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, cuyo resultado fue impugnado.

| Confederación de Empresarios de Pontevedra-CEP. La fractura en el seno de la CEP ha acabado directamente en el juzgado y está pendiente de sentencia. Un grupo de organizaciones empresariales de peso como Asime, Aceca, AJE-Vigo, Asextra, Asetranspo, Atra e Instalectra, entre otras, denunció públicamente un supuesto pucherazo en las elecciones del pasado febrero, en las que Jorge Cebreiros se impuso a Luís Novoa por una diferencia de tres votos. El colectivo solicitó a la juez la impugnación de los comicios amparándose en la supuesta existencia de una veintena de delegaciones de voto "irregulares o dudosas" y alteraciones en el censo electoral. En el juicio sí se demostró la existencia de cinco delegaciones en las que hubo suplantación de firmas (en tres casos los testigos reconocieron que la rúbrica no era la suya y los otros dos no se reconocían), pero los delegantes negaron que se hubiese cambiado su intención de voto.

La pelea en la CEP comenzó un mes antes de las elecciones, con la presentación de Cebreiros como candidato a presidente. El empresario de las TIC compareció el 6 de febrero con un aspirante a vicepresidente por Industria que buscaba desestabilizar a las asociaciones hegemónicas del sector, como Asime, Instalectra, Foncalor o Atra: José García Costas. El industrial vigués, presidente del mayor astillero privado (Barreras), de uno de los mayores consorcios de empresas auxiliares del naval y presidente de la Cámara de Comercio se presentaba a vicepresidente apoyándose en su vocalía en la asamblea general de la CEP en representación de Asime, sin el ok de la junta directiva de la patronal metalúrgica gallega.

Durante unos días, y tras la decisión inesperada del presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Javier Touza (que a priori apoyaba a Novoa), de renunciar a ser candidato por Industria una vez se había cerrado el plazo para presentar listas (evitando que cualquier otra organización plantase batalla al candidato de Cebreiros), García Costas llegó a ser el único aspirante al puesto, lo que llevó a Asime a retirarle la vocalía en la asamblea general de la CEP. La decisión de la patronal del metal invalidó la candidatura del presidente de Barreras, obligó a suspender de forma temporal la elección de vicepresidente por Industria y avivó una contienda entre las partes que nueve meses después continúa.

| Confederación de Empresarios de Ourense-CEO. Las tensiones en la patronal ourensana derivan del apoyo que la institución ha mostrado en los últimos años al presidente de la CEG, José Manuel Fernández Alvariño, respaldo que en algunos sectores industriales de la provincia no estarían bien vistos. El actual presidente la CEO, José Manuel Pérez Canal, siempre se ha mostrado conciliador en la crisis que afecta a la patronal gallega.

| Cooperativa de Armadores de Vigo-Arvi. La unanimidad de la que siempre ha hecho gala la cooperativa viguesa quedó atrás el pasado jueves cuando la asamblea abortó la elección de Iván López como nuevo presidente en sustitución de Javier Touza, decisión que el consejo rector de la entidad había tomado días antes y que siempre se había respetado. Hasta ahora. Aunque desde Arvi apelan la decisión a "razones democráticas", fuentes críticas con el todavía presidente achacan su cambio de parecer (Touza llegó a presentar su dimisión) a la posición de Arvi en la CEP. Las mismas fuentes reprochan a Touza el haber aceptado una de las vicepresidencias de libre designación de Cebreiros cuando en pleno proceso electoral retiró su candidatura por Industria para proteger la neutralidad de los armadores en el conflicto que comenzaba a gestarse entre las asociaciones.

Compartir el artículo

stats