Las consecuencias por el escándalo de Volkswagen siguen acumulándose. La dirección de su filial española Seat informó ayer al comité de empresa de que la compañía prescindirá de los cerca de 400 empleados de empresas de trabajo temporal (ETT) que trabajan en la planta de Martorell (Barcelona) y que irán finalizando sus contratos entre este mes y julio de 2016. Además, el grupo alemán anunció que hará una revisión "en detalle" de los más de 300 modelos que comercializan sus marcas (incluida la española Seat), con el fin de determinar la contribución de cada uno de ellos a los ingresos de la compañía.