Delta Vigo, la primera industria aeronáutica de capital 100% gallego -con 162 trabajadores en plantilla, tres plantas en producción y una cuarta en proyecto-, dio un salto cualitativo como compañía en 1985, año en el que Francisco Puga, su actual presidente, puso en marcha el departamento de ingeniería de la empresa familiar para fortalecer su estructura y diversificar tanto en producto como sector. Para Puga, la excelencia industrial se sustenta en dos pilares básicos dentro de la empresa: "Los valores humanos (el capital humano) y los profesionales (el conocimiento)".

El industrial vigués destacó en su presentación en el Club FARO el protagonismo que los directivos deben asumir en cualquier empresa a la hora de definir estrategias y objetivos, e hizo hincapié en su papel ejemplarizante sobre el conjunto de los trabajadores. Para una empresa como Delta Vigo, que cuenta con varias patentes en su haber y trabaja para los principales constructores aeronáuticos mundiales (Airbus, Boeing y Embraer, entre otros), innovar es una forma de vida. De hecho, la compañía dedica anualmente unas 27.000 horas solo a actividades de innovación. Pero a la hora de invertir en un nuevo proyecto de I+D+i, Puga aseguró que se deben tener en cuenta tres premisas: que sea necesario, viable y vendible. Si falla alguna, la inversión podría no ser rentable.

Puga resaltó de igual forma el hándicap que deben soportar las pymes gallegas por su reducido tamaño a la hora de competir en mercados internacionales, y puso como ejemplo a su propia empresa, que en la actualidad está en liza con un grupo alemán que factura más de 1.000 millones de euros por un proyecto aeronáutico en Nantes. "Es todo un reto, no se trata de crecer de una manera descontrolada, pero la dimensión sí es importante", reconoció el empresario vigués, tras explicar que el plan de negocio de Delta Vigo prevé duplicar su plantilla (hasta superar los 300 trabajadores) en el plazo de cuatro años, así como la apertura de un nuevo centro de producción en el parque empresarial de Porto do Molle (Nigrán), cuya construcción arrancará en unas semanas.

Aunque más importante que el tamaño de las propias empresas es su capital humano, según Puga. "El factor más importante de competitividad está en el equipo humano", señaló. El presidente de Delta Vigo apuesta en este sentido por las evaluaciones internas (en su compañía todos los directivos son evaluados de forma constante por el conjunto de la plantilla sobre un total de 22 parámetros) y la formación continua. "A la mayoría de los ingenieros que tenemos en la empresa los hemos cogido recién licenciados. Después los formamos", expuso. También habló sobre la necesidad en la industria de buscar una automatización "equilibrada" y de priorizar la seguridad y la calidad. El 97% de los trabajadores de Delta Vigo tiene contrato indefinido y la media de rotación en los últimos diez años ha sido del 0,9%, y en toda su historia no hubo ni un minuto de conflictividad laboral.