Un acuerdo de venta formalizado en Madrid el pasado viernes y del que no se han facilitado detalles para no vulnerar un acuerdo de confidencialidad convierte al hospital Miguel Domínguez y a las demás instalaciones del grupo en Pontevedra y Poio en los nuevos centros de Quirónsalud, compañía fruto de la integración de IDCsalud y Quirón y que cuenta con alrededor de 70 centros en España, entre ellos el Santa Teresa en A Coruña.

De ese total de centros, cuarenta son hospitales, 7 universitarios, en los que se considera "la innovación, formación y la actualización tecnológica como claves de futuro". Esta apuesta por la investigación y el desarrollo también se aplicará en Pontevedra porque "se trata de implantar la misma filosofía en todos los centros", indican a FARO los portavoces de la compañía.

Es la única línea estratégica que Quirónsalud ha reconocido tras hacerse pública la compra de sus nuevos centros de Pontevedra (además del Hospital Miguel Domínguez, se incorporan a la compañía con sede en Madrid el antiguo sanatorio La Merced de Poio, dedicado actualmente al daño cerebral y neurociencias, el policlínico de consultas externas y el centro de rehabilitación y fisioterapia). Por lo demás, sus portavoces se remiten a la comparecencia de ayer de los hermanos Miguel y Rafael Domínguez, hijos del fundador, Miguel Domínguez, que tuvo lugar en el salón de actos del hospital y a la que asistieron numerosos trabajadores.

Estos reciben con expectación un cambio de propiedad en el que, según explicó Miguel Domínguez, "los puestos de trabajo están absolutamente garantizados" para los aproximadamente 350 sanitarios que prestan sus servicios en los distintos centros.

Al nuevo proyecto de Quirónsalud también se sumó recientemente el exgerente del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Mario González González, que abandonó hace seis meses su cargo como máximo responsable del área sanitaria viguesa a las puertas del traslado al nuevo hospital.

La comparecencia de los hermanos Domínguez ponía punto final a un año de rumores y a contactos con distintas empresas que, aseguraron, se han interesado en los últimos meses por hacerse con el grupo empresarial capitalino.

Este cambia de titularidad en buena medida por la incapacidad de la familia Domínguez de hacer frente a las importantes inversiones tecnológicas que exige el mercado sanitario.