El fabricante alemán Volkswagen informó ayer de que va a llamar a revisión a 8,5 millones de vehículos en Europa para solucionar la manipulación del motor diesel mediante software, tras el escándalo desatado por las emisiones de automóviles de la firma. El constructor dio la bienvenida, en un comunicado, a la decisión de las autoridades alemanas de implementar un calendario al respecto.

"La decisión da a los clientes claridad respecto al uso ilimitado del vehículo en el futuro", añadió el grupo automovilístico. La llamada a revisión se refiere a 28 mercados de la Unión Europea e incluye 2,4 millones de vehículos en Alemania, mientras que fuera de la UE cada país especificará qué automóviles están afectados.

Volkswagen contactará a los clientes y les informará directamente. Además, estos pueden visitar la web www.volkswagen.de/info e introducir el número de bastidor de su vehículo para saber si está afectado. El grupo automovilístico alemán añadió que hay páginas en internet similares de las marcas Audi, Seat y Skoda. La llamada a revisión de los vehículos se iniciará a comienzos de 2016.

Además, Volkswagen deberá presentar en las próximas semanas a las autoridades alemanas las soluciones para los modelos equipados con un motor diesel manipulado. Volkswagen apuntó en su nota que las soluciones técnicas pueden ser medidas de software y hardware, que actualmente desarrolla "para cada serie afectada y cada año de fabricación afectado".

El nuevo presidente del grupo Volkswagen, Matthias Müller, y el director de la marca VW, Herbert Diess, explicaron a los 400 principales directivos de la compañía las consecuencias del escándalo de manipulación de emisiones de gases contaminantes en los vehículos diesel, si bien la empresa no facilitó informaciones del encuentro.

Por otra parte, las autoridades medioambientales norteamericanas se encuentran analizando un elemento de software de Volkswagen que forma parte de los sistemas auxiliares de control de emisiones y que es diferente a la aplicación que ocasionó el reciente escándalo en EE UU. Es precisamente este estudio el motivo por el que la compañía decidió suspender la solicitud de certificados diésel para 2016 y, con ello, dejar de vender en un año estos vehículos en el país. En concreto, la agencia medioambiental estadounidense, la EPA, está analizando el alcance de un sistema adicional de control de emisiones cuya incorporación estaba inicialmente prevista para los vehículos diésel de Volkswagen comercializados en 2016.