La factura del Dieselgate la pagarán también los proveedores. El consorcio automovilístico germano prevé ahorrar unos 3.000 millones de euros al año en compras a los fabricantes de componentes con el objetivo de contribuir a paliar el desfase financiero por el escándalo de la manipulación de emisiones de algunos de sus motores diésel, que según fuentes del sector podría ascender hasta los 40.000 millones de euros. Dentro de esa política de recortes, la propia marca Volkswagen anunció ayer que reducirá sus inversiones en 1.000 millones de euros cada año, sin concretar más información. El grupo es el tercer mejor cliente de la industria gallega del automóvil, por detrás de PSA Peugeot Citroën y Renault-Nissan, con un negocio que supera los 1.140 millones de euros anuales (el 15% del total).
En la comunidad gallega, más de una treintena de fabricantes de componentes y auxiliares trabajan para las fábricas de la multinacional alemana en España y en el extranjero (sobre todo en Portugal), que "nada tienen que ver con la manipulación de los motores", como aseguró el pasado viernes el presidente de la Fundación Clúster de Empresas de la Automoción de Galicia (Ceaga), Luciano Martínez Covelo. Éste aseguró que existe "preocupación" en el sector sobre este tema, aunque matizó que "la justa, tampoco más allá".
No obstante, según desveló esta semana el rotativo alemán Handelsblatt, el impacto del Dieselgate se notará directamente en las industrias de componentes, ya que el grupo Volkswagen quiere reducir en 3.000 millones al año el coste de abastecimiento, lo que podría variar la política de compras de la empresa. Fuentes del sector señalaron a FARO que Volkswagen representa en la actualidad algo más del 15% del volumen de negocio de la automoción gallega (unos 1.100 millones en 2014 sobre un total de 7.600 millones de euros), situándose en tercer lugar tras PSA y Renault.
El grupo alemán anunció ayer que reducirá en 1.000 millones de euros anuales las inversiones en su marca principal, Volkswagen), al tiempo que aplicará en sus motores diésel tecnologías de limpieza de las emisiones nocivas. Volkswagen, que hasta ahora preveía ahorrar 10.000 millones de euros en total, va a reducir más costes en esta marca, también los fijos, pero ayer declinó dar más detalles. La empresa había garantizado la semana pasada que iba a mantener las inversiones de 4.200 millones de euros en las plantas de Seat de Martorell (Barcelona) y de Volkswagen en Landaben (Navarra), pero no ha dado nuevas informaciones al respecto. La marca Volkswagen estudia ahora de dónde va a sacar esos 1.000 millones de euros anuales que necesita para invertirlos en la producción de modelos eléctricos. Un portavoz de la marca Volkswagen dijo a Efe que, de momento, "no podemos dar cifras concretas sobre las fábricas de producción".
Volkswagen también quiere reorientar su estrategia diésel con las tecnologías de limpieza del motor y desarrollar más los modelos eléctricos. De hecho, instalará agregados diésel con la tecnología SCR y AdBlue en Europa y Norteamérica lo antes posible. Estos sistemas se utilizan para reducir las emisiones nocivas de los motores diésel y cumplir la normativa europea sobre emisiones Euro 6 y las normas de la EPA, la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense.
Por otra parte, un grupo de trabajo integrado por el Gobierno, los sindicatos CC OO y UGT y las comunidades de Cataluña y Navarra se encargará de velar por las inversiones comprometidas y de futuro del Grupo Volkswagen en España. Los sindicatos han exigido al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, garantías "por escrito" sobre la vigencia de los proyectos de la multinacional alemana en Landaben y Barcelona. El fraude de los motores podría llegar al cine de la mano de la productora de Leonardo DiCaprio, Paramount Pictures y Appian Way, que ya ha comprado los derechos cinematográficos.
