El Balneario de Mondariz anunció ayer que ha salido del concurso de acreedores voluntario en menos de un año, después de que el plan de viabilidad presentado contase con el apoyo "del 100 por cien de sus trabajadores" y el "respaldo" de la Seguridad Social. La empresa había presentado el concurso voluntario en el juzgado en noviembre de 2014, tras "varios años con gran dificultad para atender el elevado importe de la deuda bancaria con la que se financió la reconstrucción de la villa termal gallega".
Según destacó ayer la compañía en un comunicado, una de las piezas "clave" para superar "en tiempo récord" este proceso ha sido "el apoyo unánime de toda la plantilla actual de la empresa". Además, señaló que el plan de viabilidad también alcanzó "un elevadísimo" porcentaje de adhesiones -por encima del 70%- por parte de los acreedores y crédito ordinario.
Así las cosas, informó de que la negociación con las entidades financieras y administraciones públicas se está ultimando de cara a completar el plan de reordenación del total de la deuda, por lo que espera que se formalicen "cuanto antes" las operaciones de refinanciación que permitan garantizar el futuro de la empresa.
Responsabilidad
El director general del Balneario de Mondariz, Kiko Rial, manifestó que son "muy conscientes de la enorme responsabilidad que supone ser el soporte principal de la economía de la comarca" y apuntó que precisamente por ello se ha realizado "un intenso trabajo y un tremendo esfuerzo por volver a situar a este emblemático e histórico establecimiento en el lugar que se merece".
Los apuros financieros del Balneario de Mondariz derivan de la deuda histórica que la sociedad contrajo en la recuperación de la villa termal con la banca, proceso que se inició hace más de dos décadas de la mano del empresario gallego Javier Solano (el Gran Hotel había quedado totalmente destruido en un incendio en el año 1973) y otros inversores.
