Iberconsa fue uno de los nombres que más sonó en el mercado cuando el núcleo duro de la banca acreedora (conocido como G7) asumió la responsabilidad de ejecutar y hacer cumplir el convenio de acreedores de Pescanova y la filial Pescafina, en marzo de 2014. Desde la pesquera que dirige Alberto Iglesias atribuyeron esta "rumorología" a la "buena gestión" de Iberconsa y a la necesidad de la banca, profana en el negocio, de tener una referencia a la hora de tomar las riendas de la multinacional. La banca también tanteó -sin éxito- a la cadena de alimentación Mercadona y llegó a contactar con el presidente de Fandicosta, Ángel Martínez, quien descartó la idea por la magnitud de Pescanova y por su intención de centrarse en la empresa con sede en Domaio. Ahora un fondo de capital riesgo ha decidido apostar por Iberconsa, si bien las cifras de la operación -no consumada- no han trascendido.