El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer en dos décimas su previsión de crecimiento mundial, hasta el 3,1% en 2015 (la tasa más baja en los últimos seis años) y el 3,6% en 2016, debido a la "notable ralentización" de los mercados emergentes, especialmente China y Latinoamérica, y una recuperación "más débil" de los países avanzados.

"Los riesgos a la baja aparecen ahora más pronunciados para la economía global que hace solo unos meses atrás", aunque no se espera la vuelta a la recesión, apuntó el nuevo economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en la presentación del informe de "Perspectivas Económicas Globales", al inicio de la asamblea anual conjunta de este organismo y el Banco Mundial.

Para el conjunto de las economías avanzadas, el FMI prevé crecimientos del 2% y del 2,2% para este año y el próximo tras recortarlas, respectivamente, en una y dos décimas. Para España la previsión (3,1% de avance este año y 2,5% el próximo) se mantiene estable respecto a la de julio. Se trata de un pronóstico mejor que el proyectado para la generalidad de las economías avanzadas, aunque el FMI lo mantiene dos décimas por debajo de lo que prevé el Gobierno de Rajoy para este ejercicio y cinco décimas inferior para 2016 respecto al augurio de Luis de Guindos. El FMI constata un aumento algo mayor del pronosticado en la demanda interna española y un empeoramiento de la predicción sobre la contribución al PIB nacional de la demanda externa.

Según el Fondo, EE UU avanzará este año el 2,6% (una décima más de lo pronosticado en julio) y el 2,8% el próximo, dos décimas menos de lo que se había augurado hace tres meses. Para la zona del euro confirma una previsión de crecimiento tenue, con avances del 1,5% en 2015 (se mantiene la previsión) y del 1,6 (dos décimas menos de lo esperado) en 2016. De las cuatro grandes economías del euro, España es la que más crecerá en el bienio, según el FMI, aunque Italia es la única a la que el Fondo mejora su pronóstico anterior, con aumentos de una décima en cada año. Japón continúa con tasas aún más débiles que Europa (0,6% y 1%, dos décimas menos en ambos casos de lo barruntado en el anterior informe), Reino Unido progresará el 2,5% y el 2,2% (se le mejora una décima en 2015 y se mantiene estable el diagnóstico para 2016) y a Canadá, muy afectada por la caída de precios de las materias primas, se le recortan las predicciones en 5 décimas este año (hasta el 1%) y en cuatro en 2016 (1,7%).