El director del centro de Faurecia en Valadares (Asientos de Galicia), José María Salazar, trasladó el pasado lunes a la plantilla que antes de ofertar por nuevos proyectos que garanticen la actividad de la factoría más allá de 2018 es necesario ajustar costes. Salazar se reunió con los trabajadores veinte días después de que se hiciese oficial la adjudicación de todo el rango de asientos del K9 (la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA Peugeot Citroën y Opel) a la planta de Vigo de Grupo Antolín, proyecto al que aspiraba Faurecia y del que depende más del 60% de su producción.

El directivo reconoció que Antolín Vigo se impuso en la puja con una propuesta económica mucho más competitiva que la de Faurecia y aseguró que Asientos de Galicia no peleará por nuevos proyectos hasta que reduzca sus costes, lo que a su juicio debe pasar por la negociación del nuevo convenio colectivo, prevista para el próximo año.