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Los cambios en el recibo eléctrico

El madrugador ahorra 18 céntimos en luz

La nueva facturación entra en vigor con mínimas rebajas para quienes desplacen consumos a las horas más baratas del día, entre la medianoche y el amanecer

El madrugador ahorra 18 céntimos en luz

El nuevo sistema de facturación de la luz para los consumidores acogidos a la tarifa regulada permite desde ayer que los hogares desplacen sus consumos hacia las horas con precios más baratos para aligerar el recibo. Pero el ahorro que se puede obtener es muy pequeño. Según una hipótesis basada en estimaciones de una consultora especializada en temas eléctricos, un usuario que sea capaz de concentrar el mayor número de tareas posible en la hora más asequible conseguirá gastar 18 céntimos menos en un día. Para ello, tendría que estar en pie a las cuatro de la madrugada y disponer de potencia suficiente para que funcionen al mismo tiempo la mayor parte de sus electrodomésticos.

La facturación horaria alcanza exclusivamente a los usuarios acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC, regulado por la Administración) y que además dispongan de contador digital. Son requisitos que pueden cumplir algo más de 500.000 puntos de suministro en Galicia, menos del 30%. El resto son clientes de mercado libre o consumidores con PVPC que aún no disponen de contador inteligente.

La nueva facturación horaria permite al usuario hacer la siguiente operación: examinar a última hora de la tarde en el portal de internet de Red Eléctrica de España (www.ree.es) los precios que para la jornada siguiente se han fijado en el mercado mayorista, allí donde a diario intercambian sus ofertas las compañías productoras y comercializadoras de electricidad; con esa información, ese usuario tiene la opción de organizar su consumo para rentabilizar lo más posible las horas más baratas y evitar las más caras.

¿Cuánto se puede ahorrar gracias a ese mecanismo? El impacto efectivo en la factura está muy limitado en primer lugar por el hecho de que la energía consumida representa como promedio menos de un tercio del recibo. Según defiende el Gobierno, el sistema permitirá un ahorro del 5% anual. Las estimaciones técnicas conocidas estos días rebajan ese porcentaje a entre el 2% y el 4% y precisan, además, que el recibo puede bajar esas proporciones si se gestiona adecuadamente el consumo, pero también existe el riesgo de subidas si el hogar tiene un gasto eléctrico relevante en las horas punta.

Selectra, una consultora energética con presencia en doce países, ha determinado, considerando todos los precios registrados en el mercado mayorista entre enero y septiembre de este año, que la hora más cara es entre las nueve y las diez de la noche, y la más barata, ente las cuatro y las cinco de la madrugada.

Los cálculos de Selectra permiten hacer la siguiente simulación: si un hogar programa la lavadora, la secadora, el lavavajillas y el horno para que funcionen entre las cuatro y las cinco de la mañana, y además dispone de potencia suficiente para cocinar, planchar y pasar la aspiradora también durante ese momento de la madrugada, gastará en energía 1,6316 euros (a razón de 0,1122 euros el kilovatio). Si todo ese consumo se concentrara en la hora más cara, el gasto sería de 1,8089 euros (a 0,1244 euros el kilovatio). Esto es, la diferencia es de un poco menos de 18 céntimos, aunque en términos relativos suponga el 10%.

Las variaciones horarias en los precios de la electricidad se aplican ya desde 2014, aunque sin considerar los consumos reales de cada usuario en cada hora. La facturación se hacía aplicando sobre la energía consumida por el cliente un perfil elaborado por Red Eléctrica de España a partir de los hábitos de una muestra de 20.000 hogares. Esta fórmula provisional se mantendrá por ahora para quienes, estando acogidos la tarifa regulada, carecen de contador inteligente o cuando el que tienen aún no está plenamente integrado en el sistema informático de su compañía distribuidora.

La asociación de consumidores Facua denunció ayer que el nuevo sistema de facturación horaria de la luz es un "insulto a la inteligencia y a la dignidad" del consumidor al sugerir que debe cambiar sus hábitos de consumo. El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, señaló que la gente utiliza la electricidad "cuando y como la necesita", por lo que sugerir "poner el lavavajillas o la lavadora de madrugada" para un ahorro "mínimo" supone "un insulto". El portavoz subrayó que el nuevo sistema vulnera el derecho comunitario, ya que no se informa al consumidor con suficiente antelación sobre la tarifa dándole la posibilidad de "tomar una decisión". Lo que plantea el tribunal europeo es "aplicar las tarifas de una forma estable". Sánchez consideró que el nuevo sistema de facturación está diseñado "para que las eléctricas engorden su beneficio" y que encarecerá el recibo para el resto de los usuarios.

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