Desde que Pescanova fue constituida el día 23 de junio de 1960 ha afrontado numerosos contratiempos y crisis que pusieron en duda su viabilidad: la crisis de las 200 millas a mediados de los 70, la OPA -frustrada- de Unilever y, desde luego, su bancarrota, destapada en marzo de 2013. Pero desde su fundación nunca se había presentado ante sus accionistas con el planteamiento de someterse a una auténtica metamorfosis. Lo que hoy conocemos por Pescanova SA, la matriz, se convertirá solo en una accionista más del futuro holding pesquero, Nueva Pescanova SL. Y, sobre todo, serán los acreedores y no los accionistas quienes asuman la responsabilidad de conducir la compañía a aguas tranquilas. La junta extraordinaria de accionistas que se celebra a partir de las 12:00 horas en la sede de la firma en Chapela será, en definitiva, la más trascendental e insólita de la historia de Pescanova.

Pese a la férrea oposición del núcleo duro de la banca (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca) los 9.030 accionistas de la multinacional elegirán previsiblemente la opción alternativa para llevar a cabo la ampliación de capital. El llamado G7, y así está fijado por convenio, reclamaba a los accionistas el desembolso de 7,32 millones de euros para acceder al 20% del capital de la futura Nueva Pescanova. Pero la presión de los accionistas y la mediación de instituciones como la Xunta de Galicia ha favorecido que la banca acepte finalmente el plan B: los actuales socios de la pesquera podrán disponer del 20% sin aportar capital adicional y el G7 se ha comprometido a no impugnar esta petición en los juzgados. Eso sí, si bien todo apunta a que será la opción alternativa la que prospere en el cónclave, el pacto entre el G7 y el consejo de administración no impide que cualquier otro acreedor considere que se ha incumplido el convenio e inste a la liquidación de la segunda mayor empresa de Galicia.

Como avanzó FARO, la intención de los accionistas es que la matriz vuelva a Bolsa de forma inmediata para que, tras una ampliación de capital, los Pescanova SA coja músculo financiero y empiece a recomprar las partes que la banca vaya vendiendo de forma progresiva. El consejo de administración ha pedido una junta "tranquila" y ha instado a los socios a que voten "sin miedo", convencidos de que ningún acreedor pedirá la liquidación. A partir de la junta de hoy Pescanova dispondrá de un mes para ejecutar tanto la reorganización de las sociedades como para ampliar capital. La banca asegura que el lanzamiento de Nueva Pescanova se producirá el 15 de noviembre.