La junta extraordinaria de Pescanova SA propiciará la transformación de la multinacional en dos aspectos fundamentales: la actual matriz pasará a ser solo accionista del futuro holding, Nueva Pescanova SL, y el control de la compañía estará en manos de los acreedores. Aunque a día de hoy los mayores accionistas de la empresa son la familia Carceller -poseen el 7,8% a través de Damm y Disa-, la ampliación de capital dejará a Pescanova huérfana de socios gallegos de referencia. Y aunque la intención de los accionistas es de recomprar la compañía a la banca a través de una ampliación de capital de la matriz, como avanzó ayer FARO, ningún inversor gallego ha mostrado interés público en formar parte de la segunda multinacional gallega aún cuando en la comunidad se concentran algunos de los mayores patrimonios de España o del mundo (Amancio Ortega, Sandra Ortega, Manuel Jove, Felipa Jove o Luis Fernández Somoza).

Si se atiene a la composición actual del accionariado, y teniendo en cuenta que los socios sufrirán una dilución del 80% de su inversión, el mayor accionista gallego de Pescanova seguirá siendo Manuel Fernández de Sousa. Sus acciones están embargadas, pero tiene derecho a votar en la junta -se celebrará mañana en segunda convocatoria- y atesora el 7,515% del capital social. Éste se reducirá hasta un 1,5% dentro de Nueva Pescanova. El otro socio gallego de referencia en la empresa es Alfonso Paz-Andrade, que pasará a disponer de algo más del 0,6% del holding Nueva Pescanova, que iniciará su andadura el 15 de noviembre. El resto de los accionistas de relevancia son, además de los Carceller, Carolina Masaveu (7,133%), Luxempart (5,837%), Cartesian Capital Group (sociedad participada por firmas de Delaware e Islas Caimán, con el 5%), Broadbill Investment Partners (3,697%) e Iberfomento (3,39%).

¿Qué pasará cuando las entidades financieras comiencen a desinvertir y cuándo lo harán? Aunque la intención de los accionistas es de recomprar Nueva Pescanova desde dentro, las exigencias del Banco Central Europeo para con la banca española reducen el margen de maniobra ya que Bankia y Abanca deben cumplir el memorando de rescate y ceñirse al negocio financiero. ¿Quién comprará su parte? ¿Qué banco será quien ponga más dinero en la ampliación de capital de 9,75 millones? ¿Hay alguna posibilidad de que la gran referencia pesquera de la eurozona tenga accionistas gallegos de peso en su capital?

Son incógnitas que se resolverán, quizás, antes lo esperado. Por lo pronto Nueva Pescanova seguirá en Chapela, pero su accionariado ha perdido el acento gallego hace tiempo y es probable que no vuelva a recuperarlo.