El Gobierno israelí ha autorizado la entrada de 20.000 trabajadores chinos en el país para acelerar los proyectos de construcción y con ello frenar la burbuja inmobiliaria de los últimos años, que ha provocado que los precios se dupliquen.
El Gobierno israelí ha autorizado la entrada de 20.000 trabajadores chinos en el país para acelerar los proyectos de construcción y con ello frenar la burbuja inmobiliaria de los últimos años, que ha provocado que los precios se dupliquen.