Enfundado en el azul perenne de su traje, con camisa blanca y corbata, a Juan Roig se le truncó ayer la voz al mencionar a su mujer Hortensia Herrero y a sus cuatro hijas. Fue la prueba del algodón de que tras la figura de triunfador de los negocios arengando sobre el atril a lo más granado del empresariado local latía la emoción de haber alcanzado un nuevo objetivo en la vida.

Marina de Empresas, el complejo de 18.000 metros cuadrados levantado en tiempo récord en la dársena interior del Puerto de Valencia, va a ser el gran símbolo de lo que en el universo de Mercadona y su entorno se conoce como "el legado". Esto es, las iniciativas que el empresario ha puesto en marcha para "devolver a la sociedad" parte de los éxitos cosechados a lo largo de su carrera, explicó el cuarto hombre más rico de España, según la revista Forbes, con un fortuna estimada de casi 5.000 millones de euros.

"Pretendemos hacer una fábrica de empresas, empresarios y ejecutivos", afirmó durante la inauguración en el salón de actos de uno de los dos edificios. "Yo creo que cuando te vas al otro mundo no te llevas un duro. Cada uno en su nivel tiene que gastárselo e invertirlo", aconsejó a los presentes.

Y Juan Roig ha elegido el fomento de emprendedurismo y la formación como elementos básicos de su contribución. Marina de Empresas albergará las sedes de EDEM, la cada vez más influyente escuela de negocios vinculada a la Asociación Valenciana de Empresarios que él lidera; Lanzadera, la aceleradora de proyectos empresariales emergentes; y Angels, la sociedad de capital riesgo y capital semilla con la que invierte en iniciativas innovadoras.

El complejo, con un diseño arquitectónico completamente funcional, busca generar sinergias entre esos tres pilares y devenir en un verdadero "hub innovador". "Algo novedoso y único en España", dijo el máximo accionista de la cadena de supermercados Mercadona.

"Mi sueño es ayudar a otros empresarios a que consigan los suyos", añadió. Roig se ve a sí mismo y a su colaboradores como el que empuja a los emprendedores a la piscina del mercado y el mundo de los negocios. "Nuestra misión es que naveguen en mar abierto sin hundirse"

Juan Roig defiende a capa y espada el papel de los empresarios como parte fundamental de la columna empresarial de la sociedad. Ayer trufó su discurso de referencias a los primeros exportadores de naranjas gracias a los cuales entraban divisas en el país en el siglo XIX. Alabó el carácter emprendedor de un colectivo valencianoparlante, como él, que abría mercados en el extranjeros. Luego citó marcas más recientes, como la de Chocolates Valor o Martinavarro. "Si hay empresas hay empleo, si hay empleo hay riqueza, y si sabemos gestionarla y somos honrados hay bienestar para todos", insistió.

La defensa de la honradez y la ética en los negocios la extendió también a la conciencia fiscal de la clase empresarial. "Hay que pagar los impuestos" para sufragar las carreteras, la sanidad o la educación, recordó.

Su discurso fue aplaudido por un aforo compuesto en gran parte por empresarios y ejecutivos. Entre los presentes estaban José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; Antonio Catalán, presidente de AC Hotels by Marriot; Javier Campo, presidente de Cortefiel; Adolf Utor, de Baleària; o María José Soriano, consejera delegada de Porcelanosa. No faltaron empresarios como Juan Luis Gómez-Trénor (Coca-Cola European Partners), Carlos Bertomeu (Air Nostrum), Agnés Noguera (Libertas 7), Francisco Pons (Importaco) o Federico Félix. El consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica, Aitor Moll, asistió igualmente como invitado, del mismo modo que el presidente del Puerto de Valencia, Aurelio Martínez, o el notario Carlos Pascual.

Halagos de Puig y Ribó

La puesta en marcha del ecosistema de emprendimiento e innovación recibió los halagos tanto del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como del alcalde de Valencia, Joan Ribó, que mostraron mucha sintonía con el proyecto y su promotor. No en balde, el complejo puede que sea la única gran obra de carácter socioeconómico que no ha costado un euro a las arcas públicas en los últimos lustros.

Puig ha destacó la importancia que tiene para la Comunitat la puesta en marcha de la Marina de Empresas y se mostró agradecido "por ese sentido de la responsabilidad social, por la lealtad hacia la Comunidad Valenciana y por su capacidad permanente de iniciativa mucho más allá de lo que es estrictamente propio de un empresario", en referencia a la labor de Juan Roig.

El jefe del Consell también destacó que la región valenciana se encuentra en estos momentos "en una encrucijada". "Una losa que la única manera de levantarla es haciendo acciones tan potentes como esta", aseguró. Esta situación, ha continuado, se debe por una parte, a la invisibilidad en el conjunto de España y la falta de peso de los valencianos a la hora de determinar en España las políticas que afectan a la economía real, y por otra, a la hipoteca reputacional y la necesaria reforma del modelo productivo valenciano.

Joan Ribó afirmó que la formación de nuevos empresarios es "una pieza clave para la sociedad", ya que "sin empresas no hay trabajo y sin trabajo es muy difícil la integración". El primer edil definió este como un "proyecto ambicioso" que "pone en valor" las instalaciones de la America's Cup y que "contribuirá a la apertura de la ciudad".

Tras los discursos, los asistentes visitaron gran parte de las instalaciones guiados por alumnos de EDEM o emprendedores de Lanzadera que ejercieron de cicerones. La jornada terminó con un piscolabis, definido por la RAE como ligero aperitivo que se toma no tanto por necesidad como por ocasión.