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Innovación en Galicia

Una industria viguesa fabrica el primer robot multifunción español para zonas peligrosas

Se trata de un producto 100% gallego que antes se importaba de Suecia o Alemania. Creado para trabajar en ambientes radioactivos o explosivos, será enviado a una metalúrgica bielorrusa

Demostración del robot multifunción. // A. I.

La empresa viguesa Industrias Ferri ha logrado un hito en España al crear el primer robot multifunción dedicado a trabajar en entornos peligrosos. Controlado de forma remota para evitar poner en riesgo a los operarios, sirve para operar en una planta nuclear, una siderurgia, incendios o la demolición de edificios, entre otras posiblidades. Con la capacidad para cambiar el cabezal y adaptarse así a todas las necesidades, fue encargado por un holding bielorruso que lo empleará para limpiar los cazos de acero fundido de una planta metalúrgica.

Tradicionalmente importados desde países como Suecia (donde está la empresa Brokk) o Alemania, líderes en el mercado, este tipo de maquinaria nace con la intención de convertiste en un referente. Bautizado como S25000, pesa 5.000 kilogramos y tiene un brazo mecánico -que gira 360 grados en 20 segundos- al que se puede cambiar la pluma para adaptarle cualquiera de las quince herramientas de las que dispone este prototipo: martillo hidráulico, cizalla, perforador... Sus creadores dicen que es el robot "más poderoso y robusto del mercado" y que puede ser actualizado para adaptarle cualquier cabezal. "Es un encargo especial del cliente y todavía sufrirá alguna modificación antes de que sea entregado, como es hacer el brazo mecánico un poco más largo que el actual", concretó Rubén Hermida en la planta del polígono industrial A Pasaxe (Vincios), donde trabaja dentro del departamento comercial.

Desarrollo

Industrias Ferri apostó por crear su propio robot multifunción a partir del proyecto de fin de carrera de un ingeniero vigués, Borja González, antes de la crisis. Tras paralizar la investigación, la retomaron con fuerza para trabajar durante seis meses a tiempo completo investigando los robots de la competencia. Con la ayuda de Aimen y la Universidad de Vigo, es el resultado de un año de trabajo en el que los técnicos de Ferri han contado con la ayuda de personas que saben manejar este tipo de maquinaria para resolver sus problemas o mejorar su efectividad durante su desarrollo.

Además, se trata de un producto 100% gallego. "Siempre trabajamos con proveedores de la comunidad, a no ser que se trate de algo muy específico", agregó Hermida, que también señaló que la intención de la empresa es fabricar más unidades ahora que tienen todo lo necesario.

Clientes

El comprador de este robot es uno de los mayores holdings del mundo que operan en el sector del acero. Byelorussian Metallurgical Company está situada en Bielorrusia, factura unos 2.100 millones de dólares y cuenta con más de 12.000 empleados. Allí crean, entre otras cosas, barras de acerco, de refuerzo, tubos laminados en caliente o alambrón de alto carbono. La factura por este robot asciende a más de 300.000 euros.

Sin embargo, Industrias Ferri ya maneja entre su cartera de clientes a otras firmas que han mostrado interés. "Ya hemos tenido contactos con compañías de Perú o México, por ejemplo", indicó la también comercial Marisela Fernández.

La empresa espera facturar más del doble que el año pasado

  • Industrias Ferri se encuentra en pleno proceso de crecimiento. Con la creación de este robot y, sobre todo, con su participación en el proyecto Wikinger, el que será el mayor parque eólico marino de Europa, la empresa espera poder facturar unos 10 millones de euros este año, es decir, más del doble que en 2014.La firma, con más de 50 años de historia, fue concebida para el sector naval, que centra el 70% de su producción. "Trabajamos mucho para astilleros, armadores y diseñadores de barcos", explicó el director general, Patricio Fernández. Sin embargo, la crisis obligó a Ferri a orientarse hacia otros sectores, como la minería, y actualmente sus proyectos principales son las grúas.Con una plantilla de 28 personas tecnificada a lo largo de los últimos años (el 65% de ellos son titulados superiores), trabaja con empresas subcontratadas gallegas en sus instalaciones de 7.000 metros cuadrados de Vincios.Con la compra en los últimos dos años de la belga Brusselle (y la coruñesa Carral) trabajan, además, con una cartera de clientes que incluye a las principales empresas de draga del mundo, como son Boskalis, Van Oord, Deme y Jan de Nul.

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