La Comisión Europea (CE) confirmó que ya se han iniciado las negociaciones con Grecia sobre el Memorándum de Entendimiento (MoU) del tercer rescate y que espera que las discusiones concluyan a mediados de agosto.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, señaló en conferencia de prensa que las negociaciones con Atenas para un nuevo programa "acaban de empezar" y que se extenderán "hasta la segunda quincena de agosto".

Moscovici expresó la "satisfacción" de la CE por "el cumplimiento positivo por todas las partes de lo acordado en la cumbre del euro del 13 de julio", en referencia a la aprobación la pasada semana por el Parlamento griego de un primer grupo de las reformas acordadas.

"Hemos entrado en una nueva dinámica que permitirá recuperar la confianza, que es lo que queremos para Grecia", añadió el comisario.

El Parlamento griego votará hoy mismo el proyecto de ley que recoge el segundo paquete de reformas acordado con la eurozona, como paso previo al inicio de las negociaciones para un tercer programa de rescate.

El texto, que incluye una reforma del código civil y la adopción de la directiva europea sobre saneamiento de bancos, cuenta con puntos espinosos, como la introducción de medidas que facilitan las subastas de viviendas cuando el banco las embarga.

Sobre esta segunda votación que debe encarar hoy la cámara helena, Moscovici señaló que lo que se reclama a Atenas es "que vote lo acordado. Todo y solo eso. No queremos más rumores o cambios hacia un lado u otro".

Este miércoles el primer ministro griego, Alexis Tsipras, acordó también con la presidenta de la Unión de Bancos griegos, Luka Katseli, seguir protegiendo a los ciudadanos más desfavorecidos para que no pierdan su primera vivienda, a pesar de que expirara a finales de junio la moratoria sobre los desahucios.

Por otro lado, unos días después del desembolso de la ayuda de urgencia a Grecia de 7.160 millones de euros bajo el mecanismo de europeo de estabilidad financiera (EFSM, en inglés), la CE ha propuesto cambios en la operatividad de este instrumento.

Bruselas propone dar salvaguarda permanente a los países europeos de fuera del euro asegurándose de que están garantizados por un sistema de garantías colaterales en caso de futuros usos del EFSM.

De esta manera se busca compensar a los Estados miembro que no forman parte de la eurozona ante el eventual caso de que pudiera haber alguna pérdida financiera.

Este cambio deberá ser aprobado ahora por el Consejo (los países de la Unión) y hasta entonces el mecanismo no podrá utilizarse, señaló la CE.