El expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa es uno de los diez exconsejeros y directivos de la multinacional imputados por la quiebra de la compañía y a los que la Audiencia Nacional reclamó el desembolso de una fianza civil solidaria de 158,5 millones de euros. El empresario vigués, el heredero del trono de la firma fundada en 1960, no abonó ninguna cantidad -al igual que el resto- y presentó al juzgado un listado de su patrimonio para ser embargado. Declaró ser el titular de una finca no urbanizable protegida en El Escorial (Madrid), acciones en cinco empresas, dos vehículos usados de alta gama y una cuenta corriente con un saldo de 4.007,62 euros. La acusación particular, ejercida en este caso por los abogados del fondo Luxempart, no tardó en poner en duda este relatorio patrimonial y pidió a la Sala una investigación sobre los pazos do Pegullal (Salceda) y Funchal (Vigo) para ser embargados si se demostraba que eran de Sousa. Pero no lo son. El príncipe no es el dueño de sus castillos; son de su esposa, Rosario Andrade Detrell.

En un escrito presentado por su abogado en la Audiencia Nacional, la esposa del expresidente de Pescanova aporta documentación que prueba que tanto el Pazo do Pegullal como el de Funchal son exclusivamente suyos. Andrade también está imputada por un presunto delito de blanqueo de capitales o alzamiento de bienes, pero el juez Pablo Ruz -antiguo instructor de la causa- no reclamó para ella ninguna medida cautelar y rechazó imponerle una fianza civil. En consecuencia, como defiende su letrado, Enrique Molina, ambas viviendas no pueden ser embargables como sí ha pasado con el resto de bienes de su esposo -entre ellos 20 fincas de la empresa Kiwi España- y de los demás señalados por el magistrado como copartícipes de la quiebra de Pescanova.

Manuel Fernández de Sousa y María del Rosario Andrade Detrell se casaron en 1975 en régimen de gananciales pero en febrero de 1998 formalizaron la separación de bienes. En este momento la vivienda de Vigo, propiedad de la sociedad Sofipesca SA, pasó a manos de la esposa. El escrito del letrado de Andrade Detrell es muy crítico con la representación de Luxempart, a quien acusa de llevar a cabo una "extraña práctica procesal" para reclamar el embargo de este inmueble y el de Salceda de Caselas. "Hace ya casi dos años se exponía de forma sucinta que el matrimonio había acordado" la separación de bienes "correspondiéndole a D. Manuel las acciones de Pescanova y a Dña. Charo algunos bienes inmuebles, dos sociedades como son Sofipesca SA y Granxa do Pegullal SA, sobre las cuales ahora se solicita el embargo preventivo de forma completamente infundada", reza el escrito, al que ha tenido acceso FARO.

El Pazo Funchal era una antigua fábrica de salazón ubicada en Alcabre que el fundador de Pescanova o Zeltia, José Fernández López, modificó y reconvirtió en una vivienda que heredó su hijo Manuel. Con la separación de bienes Rosario Andrade tomó 3.998 de las 4.000 acciones de Sofipesca, dueña de la propiedad, y en 2004 se hizo con los dos títulos restantes.

En el acuerdo notarial de 1998 -rubricado en Santiago de Compostela por el notario Manuel Peregil Cambón- Sousa se quedó con títulos de Agropecuaria Zarzalejo SA, de Sociedad Anónima de Desarrollo y Control (a través de la cual tenía participación en Pescanova), acciones de Zeltia y "una participación" de Servicios Hípicos Pegullal. Su esposa se quedó con Sofipesca (dueña del pazo de Vigo), Granxa do Pegullal (titular del pazo de Salceda de Caselas), acciones de Agropecuaria Zarzalejo y de Sociedad Anónima de Desarrollo y Control y 6.171 títulos "al portador" de Pescanova SA. Los bienes repartidos tenían un valor entonces de "180 millones de pesetas" por cada paquete, que al cambio valían algo más de 1,08 millones de euros. Andrade Detrell, por todo lo expuesto, pide que se desestime la petición del fondo Luxempart.