Bosch, el mayor fabricante de componentes de automoción del mundo (por encima de Denso, ZF o Continental), apuesta por el norte de Portugal para crecer en la Península. La multinacional alemana prevé incrementar un 60% su facturación en el país en dos años, hasta los 1.300 millones de euros, y aumentar su plantilla en las fábricas de Braga, Aveiro y Ovar en 1.200 personas, hasta los 4.600 trabajadores, gracias la captación de nuevas líneas de negocio y proyectos para fabricantes como BMW, Audi, Volvo, Jaguar o Land Rover, entre otros. De los 1.200 nuevos colaboradores, al menos 250 serán ingenieros para su división Bosch Car Multimedia.
La mayor fábrica del grupo en el país es la de Braga (a unos 100 kilómetros de Vigo), que representa la mitad del volumen de negocio de Bosch en Portugal. La planta estima una facturación para 2017 de unos 900 millones de euros, a través del inicio de la producción de sistemas de instrumentación para motocicletas y nuevos proyectos para fabricantes de alta gama europeos, la mayoría alemanes. Uno de sus productos estrella es un GPS de nueva generación, bautizado como Head Up Display, que sustituirá a los tradicionales dispositivos de navegación por un indicador proyectado en el parabrisas del coche, y para la cual ya tienen un cliente VIP: BMW. En su desarrollo ha colaborado la Universidad de Minho.
En total, el grupo alemán prevé aumentar su plantilla en Portugal un 40%, hasta los 4.600 trabajadores, de los cuales 250 serán ingenieros. Bosch quiere duplicar el personal técnico destinado a proyectos de investigación (en la actualidad tiene 14 programas en marcha), de los 250 ingenieros actuales hasta los 500. La compañía alemana también tiene presencia en Vigo, a través de la división Bosch Communication Center (que tiene tres unidades en España), que inició su actividad en 1985 como centro de monitorización y proveedor de servicios de comunicación y que da trabajo a cerca de 2.000 personas.
La inversión de Bosch en el norte de Portugal (del orden de los 20 millones de euros al año en sus divisiones Car Multimedia en Braga, Thermotechnology en Aveiro y Security Systems en Ovar) es otro ejemplo más de la apuesta del sector del automóvil por esta región limítrofe con Galicia. Solo en el último año, parques empresariales como los de Lanheses, en Viana do Castelo, Valença o Paredes de Coura, entre otros, se han asegurado la implantación de cinco nuevas fábricas de componentes para vehículos, con una inversión conjunta superior a 150 millones de euros y la creación asociada de cientos de empleos, como avanzó FARO.
Algunas de estas nuevas instalaciones ya están en funcionamiento, como las factorías de BorgWarner en Lanheses y MGI Coutier en Paredes de Coura. La última empresa en confirmar una nueva implantación industrial fue la francesa Eurocast, que construirá en Arcos de Valdevez (en Viana do Castelo) una planta de fundición inyectada de aluminio para fabricación de componentes, con un presupuesto de 23,4 millones de euros y la promesa de llegar a los 130 empleos en 2017. Otros proyectos anunciados durante el último año vinculados al sector de la automoción son los de las compañías asiáticas Wuhan Industries, con un centro de 27 millones de euros; Uchiyama o Yudo.
