"A mí me llamaron esta mañana y me dijeron: "¡Ve a la junta de Frinova!, y por eso vine". Este abogado -calzado con una férula por una rotura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo- ya había delegado su voto hace días a favor del convenio de la filial porriñesa en nombre del BBVA, pero ayer tuvo que acudir al Mercantil 1 de Pontevedra muleta en mano en representación de KutxaBank. "Por si acaso". Hasta el último momento se movilizó a todos los acreedores posibles para evitar que ninguna filial, y Frinova en especial, fuese a liquidación. Y el objetivo se cumplió con creces. Los acreedores validaron ayer las propuestas de convenio del G7 para cinco filiales de Pescanova: Pescafresca, Pescafina Bacalao (Valencia), Insuiña, Novapesca Trading y Frinova. Con el resultado de las sesiones del jueves, en las que se salvaron otras cinco firmas, el grupo pesquero ha conseguido no solo salvaguardar su verdadero pulmón industrial -las subsidiarias españolas aportan el 80% del negocio de la compañía-, sino también despejar de maleza su proceso de refundación.

"Habrá obstáculos por el camino", asumían fuentes próximas a Pescanova. Pero, en opinión de un directivo, la salvación de las filiales inicia un proceso en el que "no hay marcha atrás". "Hay multinacional para muchos años", indicó a FARO. Lo que quedó claro durante las juntas fue que los acreedores respaldaron por amplia mayoría -un 91,705% de media- las propuestas de convenio del G7 y que, por tanto, apostaron por la supervivencia del auténtico motor de una empresa, Pescanova, que no ha dado más que quebraderos de cabeza a las entidades financieras en los últimos 27 meses. Teniendo en cuenta que toda su deuda la daban ya por perdida -estaba provisionada-, lo poco que van a recuperar de las filiales computarán en sus balances como ganancias extraordinarias. Los bancos del G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca) rescatarán unos 240 millones de euros. El resto de acreedores, otros 158,2.

Llamadas a rebato

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"Ha habido una especie de campaña electoral en los últimos días para lograr adhesiones", reconocía el responsable legal de uno de los máximos inversores de Pescanova. En efecto, el hecho de que a la junta se personasen letrados y procuradores de Morgan Stanley, Ibercaja, KutxaBank, Liberbank o Banco Espírito Santo (ahora Novo Banco) se debió a que no se habían adherido a las propuestas con antelación. "Se movilizó a mucha gente en los últimos días". El ejemplo del lesionado representante legal de la vasca KutxaBank es notorio.

La filial que ayer suscitaba más preocupación era Frinova. Con una quita propuesta del 96% y créditos ordinarios por 364,5 millones, el G7 solo tenía el 31,2% del pasivo concursal. Hasta 37,56% estaba en manos de tres entidades extranjeras: el británico HSBC (72,6 millones), el fondo de inversión norteamericano Jefferies (22,3) y Morgan Stanley (42 millones). La propuesta de convenio se aprobó con un 85,63% de los votos, aunque antes de iniciarse la junta las adhesiones ya superaban el 69%. Morgan Stanley -con un abogado en la sala- votó a favor, al igual que Xesgalicia, KutxaBank, Bancantabria, el ICO, Ibercaja o Liberbank. Potter (por el fondo Eton Park) votó en contra, al igual que el Fisco. El Ministerio de Industria, por cierto, también rechazó avalar el plan de rescate de Frinova, con 162 empleados.

"Hoy es un día importantísimo", exhortaron desde el entorno de la sede de Chapela. Las sonrisas en la sala de los representantes de Deloitte, Santiago Hurtado y Senén Touza, lo decían todo. En todas las juntas las aprobaciones de las propuestas del G7 se iban resolviendo con amplia mayoría y con el único voto en contra de la Agencia Tributaria o Potter. Pescafresca -con apenas una decena de empleados- obtuvo un 94,39% de apoyos entre los acreedores, por el 99,61% que recabó Pescafina Bacalao. Esta filial valenciana, con unos 90 trabajadores, fue la vencedora en cuanto a adhesiones. Soportaba una deuda ordinaria de 60 millones, de la que el 95% correspondía al G7. Fue una victoria para el núcleo duro de la banca acreedora.

A continuación se votó la propuesta de Insuiña, que implicaba una quita del 0%, y que solo tuvo el rechazo del Fisco y la abstención del Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (dependiente del Ministerio de Economía). Pero las reticencias de la Agencia Tributaria y los malos presagios de "agoreros" no se cumplieron. Se han salvado mil empleos en Galicia, 1.190 en toda España y, sobre todo, se han avivado con acelerantes las esperanzas sobre un Grupo Pescanova con futuro a largo plazo.