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El TSXG sanciona a Frinova por ocultar en 2007 una carga irregular de pescado

La filial de Pescanova "ocultó" bajo la presidencia de Sousa "mercancía con diverso tratamiento químico" para evitar los controles de Sanidad Exterior

El 12 de enero de 2007 el Puerto de Vigo recibió dos contenedores de pescado congelado importados por Frinova SA, la filial de Pescanova ubicada en Porriño y dedicada a la elaboración de productos precocinados. La compañía, de la que en ese momento su máximo responsable era Manuel Fernández de Sousa, declaró que la mercancía era carne de bacaladilla congelada, por lo que abonó unos derechos arancelarios a un tipo del 7,5%. Pero la Unidad Regional de Aduanas inspeccionó los contenedores y constató dos irregularidades. Primero, que Frinova importaba "en realidad" filetes de bacaladilla, con otra partida arancelaria distinta. Y segundo, y más grave, que se había "ocultado" parte de la mercancía en la parte trasera de ambos contenedores. Aduanas calificó la infracción de "muy grave" e impuso una sanción de 76.196 euros. ¿Qué se ocultaba entre los 1.352 bultos descargados?

De acuerdo con la Dependencia de Aduanas e Impuestos Especiales de Vigo -que abrió el expediente por "infracción administrativa de contrabando" en 2011-, se ocultó "la mitad del total de la mercancía" de los contenedores "con diverso tratamiento químico para evitar el control por los organismos de Sanidad Exterior y así obtener el despacho aduanero utilizando los certificados sanitarios del resto de la mercancía controlada sanitariamente". Frinova interpuso un recurso contra la resolución del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Galicia (de abril de 2014), pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de desestimarlo en una sentencia dictada el 15 de abril. El tribunal entiende que la firma tuvo intención de ocultar de forma deliberada parte del pescado consciente de que Aduanas tendrían dificultades para inspeccionar todo el contenedor.

Según la sentencia, en el informe de la Unidad Regional de Aduanas figuran "copias de los correos electrónicos mantenidos entre el comprador y el vendedor" en los que la firma de Pescanova indicaba al proveedor "cómo actuar" para evitar controles sanitarios y cómo describir la mercancía para pagar menos derechos arancelarios. "Te lo vendería al precio de 1.660 dólares la tonelada filete incluido si podemos mezclar con un contenedor de bloques de filete tratados químicamente", decía uno de esos mails, en octubre de 2006. "Pondrían medio contenedor de bloques de filetes tratados químicamente -continúa el correo- y medio de bloques sin tratamiento junto a la puerta del contenedor (será más seguro para el despacho aduanero en España, porque la mercancía de la puerta no tiene aditivos)".

A juicio del TSXG, en estos correos "queda constancia de las precauciones que se han querido extremar para evitar el control sanitario de la mercancía tratada químicamente" ya que los contenedores están pensados "más bien para actividades de estiba y desestiba", y "no tanto para las actividades de inspección". El Alto Tribunal gallego, que impone las costas a Frinova -pero no es sentencia firme- considera que ésta "era conocedora" de estas prácticas irregulares en 2007. "Siendo una sociedad del Grupo Pescanova tenía y tiene que ser escrupulosa en el cumplimiento de la norma para poder presumir del prestigio que alega en el ámbito empresarial".

Los minoritarios

Por otra parte, la Fiscalía de Pontevedra ha rechazado la demanda presentada por la asociación de accionistas minoritarios AMAP contra el acuerdo entre Pescanova y Grupo Damm, en el cual la cervecera se comprometió a apoyar el plan de la banca a cambio de tres millones de euros y de delegar en las entidades el proyecto para salvar la compañía. Pese a lo publicado por diversos medios, la Fiscalía nunca abrió un procedimiento, sino que se comprometió a estudiar la demanda.

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