Una de las críticas lanzadas por los transportistas a la Xunta tras su decisión de elevar el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -más conocido como céntimo sanitario- hasta el máximo permitido de 4,8 céntimos por litro desde el pasado 1 de enero fue que la medida iba a contracorriente. Las decisiones adoptadas desde entonces por otras comunidades del entorno parecen dar la razón a los profesionales del transporte por carretera. Justo cuando entraba en vigor la subida en Galicia, comenzaba a aplicarse también la supresión de este impuesto en Navarra y la rebaja (de 4,8 a 2,4 céntimos por litro) en Cantabria. Ahora el Gobierno cántabro da un paso más al decidir eliminarlo desde el próximo jueves 1 de enero y Castilla y León lo reduce de los 4,8 céntimos por litro que cobraba hasta ahora a solo 1,6 céntimos.

La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) aplaudió ayer la decisión de los dos Ejecutivos autonómicos, puesto que la organización rechazó "reiteradamente" este recargo autonómico "que crea distorsiones en la competencia a las empresas transportistas". "Intentan evitar este impuesto repostando en estaciones de servicio situadas en comunidades donde no se aplica el mismo", indicaron ayer fuentes de la federación a Europa Press.

Precisamente la decisión adoptada el año pasado por Navarra y ahora por Cantabria de suprimir el céntimo sanitario obedece a la desventaja competitiva en que se encontraban respecto a otras autonomías de su entorno, como País Vasco, La Rioja o Aragón, en las que no se cobra desde hace años el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos.

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Las medidas adoptadas por Cantabria y Castilla y León complican aún más la situación de Galicia, que tras el alza del pasado 1 de enero ya se convirtió en la segunda comunidad española con el gasóleo más caro, solo por detrás de Baleares. A partir de este jueves la diferencia con la vecina Castilla y León aumentará y se quedará como única comunidad del noroeste español que cobra el importe máximo por litro del céntimo sanitario tanto en gasolina como en gasóleo. A muy poca distancia se encuentra Asturias, que grava con 4,8 céntimos la gasolina y con 4 el gasóleo, por lo que la comunidad gallega seguirá como la más cara para repostar diésel de la península Ibérica.

De las comunidades del norte, únicamente Cataluña cobra el máximo permitido del impuesto de hidrocarburos en los dos combustibles, mientras que en Madrid el céntimo sanitario es de 1,7 céntimos en ambos carburantes. La mayor homogeneidad en la aplicación de este tributo se da en el sur, donde todas las autonomías cobran la tasa máxima en gasolina y gasóleo: Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Andalucía, Murcia y Baleares. Fuera del escenario de aplicación del céntimo sanitario queda Canarias, que cuenta con un régimen especial de insularidad y un tratamiento fiscal específico.

La mayor presión tributaria sobre los combustibles en Galicia puede favorecer a partir de enero, según los transportistas, que muchos camioneros gallegos con rutas nacionales -o incluso automovilistas que vivan cerca- se desplacen a León u otras comunidades próximas para ahorrar en el combustible. Una situación que implica, según Fenadismer, "consecuencias negativas" no solo para las estaciones de servicio sino también para las arcas gallegas que, "lejos de recaudar dicho recargo autonómico", dejan de recibir del Estado "el 50% del impuesto estatal de hidrocarburos, lo que equivale actualmente a más de 19 céntimos por litro en el caso del gasóleo".

Por este motivo, la organización de transportistas animó ayer a las comunidades autónomas que cobran el céntimo sanitario a que sigan el ejemplo de las que lo han eliminado. Una medida que, según distintos expertos, favorecería el crecimiento económico, tal como apuntaron en las últimas semanas tras abaratarse el petróleo y traducirse lentamente en una bajada de los precios de los combustibles en las estaciones de servicio españolas.