"Hemos diseñado una agenda para Galicia que busca reinventar nuestra industria con la colaboración y el trabajo de todos, para conseguir una Galicia más competitiva, más exportadora y más eficiente". El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, subrayó ayer, durante una intervención en Club Faro, la necesidad de impulsar la llamada fábrica inteligente como palanca sobre la que reinventar la industria viguesa y, con ella, la gallega.
Conde, que fue presentado por Emilio Pérez Nieto, empresario y miembro del Foro Económico de Galicia, destacó, como respuesta a esa necesidad, la Agenda de la Competitividad Industrial Galicia-Industria 4.0, con la que el Gobierno gallego busca aupar a la comunidad a la nueva revolución industrial sobre la que países como Alemania, Reino Unido y Corea del Sur ya están trabajando.
La agenda se alinea con la Estrategia de Internacionalización de la Empresa Gallega 2020 de la Xunta, con un objetivo final: "Que nuestra industria pase de pesar el 13,5% al 20% sobre nuestro PIB, creando 50.000 nuevos empleos hasta 2020". En este sentido, Conde destacó el caso alemán: a partir de las tesis del economista estadounidense Jeremy Rifkin, Angela Merkel lanzó el proyecto Industria 4.0, que une a empresas, universidades y centros tecnológicos para conseguir la fábrica inteligente, un ámbito en el que robots y humanos trabajan juntos en entornos completamente conectados, en el que lo físico y lo digital se unen, en el que las nuevas tecnologías de fabricación -como la impresión 3D- son protagonistas, y en el que la producción en masa desaparece para dejar paso a la producción ultrapersonalizada.
Las primeras plantas piloto de este tipo ya están en marcha -Siemens cuenta con una en la ciudad bávara de Amberg y Basf con otra en Kaiserslauten-, anticipando "una revolución que sacudirá el tablero industrial global y que se configura como una oportunidad para que Galicia reinvente su industria, impulsando su competitividad y accediendo a nuevos mercados".
Un mundo posible
"Una revolución se está gestando aquí, y ahora, a caballo entre los sistemas cíber-físicos y el llamado Internet de las Cosas", avanzó el conselleiro, que se refirió con los primeros a la capacidad tecnológica para borrar la barrera entre lo físico y lo digital, a través, normalmente, de la integración de sensores en objetos normalmente no conectados, como una pieza de avión.
Junto a esos sistemas, Conde apuntó el papel protagonista del Internet de las Cosas, destacando que se calcula que en 2019 habrá en el mundo cerca de 30.000 millones de objetos conectados a internet, desde los más avanzados supercomputadores a nuestra nevera, incluso nuestra propia ropa, todos ellos intercambiando información permanentemente con su entorno.
"A estas tecnologías se les suma una convergencia de avances que están teniendo lugar a la vez, como: la producción aditiva de las impresoras 3D, los nuevos materiales, mejores robots, un software industrial mucho más avanzado o la explosión del llamado Big Data, al doblarse la cantidad de datos disponibles para la industria cada 1,2 años", añadió Conde, que puso especial énfasis en las consecuencias de incorporar la impresión 3D a los procesos industriales.
"Hasta ahora, el proceso industrial se basa en la producción en cadena que comenzó Ford", basada en las economías de escala que permiten bajar los precios, pero que hacen muy difícil el acceso al capital suficiente para iniciar una industria. Pero con la impresión 3D "cuesta lo mismo la primera unidad que la segunda, aunque ésta sea radicalmente diferente a la primera. Lo que nos lleva a un nuevo entorno industrial, en el que la personalización masiva sustituirá a la fabricación masiva, y en el que pequeñas empresas podrán entrar con facilidad en el sector industrial", apuntó Conde.
La combinación de todas estas tecnologías "abre las puertas del corazón de la Industria 4.0, la Fábrica Inteligente. Se trata de un entorno en el que conviven robots y humanos codo con codo, y en el que todo está conectado tanto dentro de la propia fábrica, como la propia fábrica con los sistemas energético y logístico que le prestan servicio, a través de chips instalados desde en la cadena de montaje hasta en los cables de alta tensión".
Conde subrayó que este proceso afectará al empleo pero no en forma de pérdida de empleo industrial, sino como cambio de perfil del empleo fabril. "Se necesitarán, en proporciones mucho mayores que hasta ahora, trabajadores más cualificados que programen, controlen y dirijan a través de herramientas tecnológicas los procesos de producción", defendió.
Por una Agenda de Competitividad Industrial
- Galicia, destacó, ya se está preparando para esa revolución industrial, planificando su futuro a través de herramientas como la Estrategia de Especialización Inteligente, o RIS3, con la que movilizará 1.600 millones en proyectos innovadores hasta 2020; de los instrumentos financieros europeas del Horizonte 2020, que reserva más de 80.000 millones para innovación; y especialmente de la Agenda de la Competitividad Industrial Galicia: Industria 4.0, que precisamente ayer se presentó en el Consello de la Xunta. En esta estrategia, apuntó, la fábrica inteligente está en el centro de un ecosistema de cinco grandes ejes de actuación que suman 60 medidas.El primero de esos ejes, resaltó, busca aprovechar los factores territoriales de competitividad gallegos, integrando TIC y logística, mejorando la competitividad energética, facilitando más suelo industrial... El segundo se centra en las personas y las organizaciones. "Para las primeras impulsaremos, siguiendo el modelo alemán, una formación especializada orientada a la industria."Por eso, en los próximos meses lanzaremos nuestras Business Factories, focos de emprendimiento industrial centrados en determinados sectores, para impulsar en ellas la creación de start ups" . Como tercer ámbito clave de acción, la Agenda -indicó Conde- "recoge una apuesta clara por el crecimiento" impulsando líneas de apoyo para favorecer nuevas inversiones .Como cuarto y quinto ejes clave del documento, Conde citó la innovación y a la internacionalización. En el primero, destacó, "se encuentra el centro de gravedad de toda la agenda: la fábrica inteligente.En ese camino crearemos una nueva línea de ayudas para modernizar los procesos productivos de nuestra industria".
