Corría el año 1939. La guerra civil española había terminado y empezaba la segunda guerra mundial. En un contexto tan poco proclive a aventuras empresariales los hermanos Fernández López de Lugo, propietarios de mataderos en Porriño y Mérida, arriesgan con una nueva idea de negocio: las plantas medicinales gallegas pueden utilizarse para la fabricación de fármacos. Y en colaboración con un importante grupo de científicos, encabezados por el profesor Fernando Calvet, crean Zeltia.Setenta y cinco años después el hijo de uno de los fundadores, José María Fernández Sousa, habla con orgullo de cómo esta empresa ha conseguido comercializar el primer fármaco antitumoral de origen marino, Yondelis. Y sentencia que, tras "baches y altibajos", la compañía está en "un muy buen momento".

"Ahora tenemos la experiencia y tenemos dinero. Lo mejor está por venir". Así lo expuso ayer durante un acto celebrado en Santiago para celebrar los 75 años de Zeltia y que reunió, no solo a todo el consejo de administración, sino también a médicos e investigadores que se involucraron en el desarrollo de nuevos fármacos. Y entre ellos, el exmistro de Sanidad y actual presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, y los también exministros Carlos Solchaga, Ana de Palacio y Eduardo Serra. La clausura corrió a cargo de la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

El jefe del Ejecutivo gallego usó el ejemplo de Zeltia para reivindicar la innovación y la internacionalización de las empresas como claves para superar la crisis. De hecho, según explicó, la recesión ya obligó a un cambio de tendencia. "Ese cambio a una economía de mayor competitividad ya no tiene marcha atrás", expuso y para avalar este hecho explicó que Galicia fue en septiembre la cuarta comunidad autónoma donde más crecieron la exportaciones.

Pero también advirtió que la salida de la crisis no será "instantánea" y lo comparó con los lustros que Zeltia dedica a desarrollar cada nuevo fármaco. "Es un grave error ansiar resultados inmediatos. Al igual que con los medicamentos, con la economía no se pueden buscar beneficios rápidos", aseveró.

La otra receta que Feijóo extrajo de la trayectoria de Zeltia y que cree que debería aplicarse ahora es "el maridaje entre empresas audaces e investigadores". "Debe haber más cooperación entre universidades y empresarios", añadió.

Las esperanzas de Fernández Sousa están puestas ahora en otro nuevo fármaco antitumoral, denominado Aplidina. De hecho, el primer ensayo clínico que se hizo en España fue con este medicamento, que está ahora en su tercera fase de pruebas. En una mesa redonda, Romay Beccaría recordó la creación bajo su ministerio de la Agencia Estatal del Medicamento, al frente de la cual puso al doctor Josep Torrent, también presente en debate. Y ambos resaltaron que fue gracias a Pharmamar, empresa de referencia del grupo Zeltia, que impulsaron la realización de estos ensayos clínicos en España. "Desde entonces ya se hicieron 160 en España", recordó Fernández Sousa.

El doctor Hernán Cortés-Funes, jefe de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, que también participó ayer en la mesa redonda, se encarga del ensayo clínico de este fármaco antitumoral.

Romay Beccaría destacó la "determinación" de Fernández Sousa para que su empresa haya contribuido a "situar a España a la cabeza de una materia científica". Durante los discursos, Pilar Farjas puso a Zeltia como el modelo de empresa farmacéutica y biotecnológica que España necesita. Sousa explicó que el grupo tuvo el pasado año 23 millones de euros de beneficios y que espera que este año se supere esa cifra.