El proceso de recapitalización al que fue sometido NCG Banco -tras un rescate milmillonario- no mancha algodones. La limpieza fue profunda y ha dejado en Abanca, su heredera, un legado de fortaleza financiera. Los test de estrés -stress test- practicados por el Banco Central Europeo (BCE) sobre la entidad que preside Javier Etcheverría la sitúan como una de las entidades españolas que mantendrían una mayor ratio de solvencia en el caso de una fuerte caída de la actividad económica, incremento del desempleo o una subida notable de la prima de riesgo. Es lo que se conoce como "escenario adverso" y, en este caso, Abanca obtendría una ratio de solvencia -capital de máxima calidad, capaz de absorber pérdidas- del 9,14% (el BCE pedía un 5,5%). Es la quinta mejor nota de España y la número 45 de los 130 bancos examinados en toda la eurozona. En el peor escenario económico planteado, Abanca tendría un colchón de capital de 814 millones.

"En un escenario menos agresivo" -explicó ayer el banco-, denominado como "base", "Abanca es una de las entidades con mejor ratio de solvencia" en 2016, con casi un 13,9%. En este caso, según las fuentes consultadas por FARO, ocuparía el puesto número 35 a nivel de la eurozona como entidad más con más músculo. Los datos, ya conocidos desde hace días por las entidades, desataron el júbilo en Abanca porque todas las notas superan la media española. Por ejemplo, la media del nivel de solvencia en un escenario no agresivo en 2016 en España sería del 10,76%, puntuación que el banco gallego supera con creces. En el adverso, la media española está a día de hoy en el 8,71%, frente al 8,21% de los bancos de la eurozona.

Lo más importante de los test difundidos ayer, según los expertos, es el análisis de la calidad de los activos (AQR, Asset Quality Review, por sus siglas en inglés). Con estos datos los bancos han desnudado sus balances al informar de los activos que componen su balance y que son más susceptibles de variar si hay cambios macroeconómicos. Es el mayor ejercicio de transparencia realizado hasta la fecha y, en el caso de Abanca, reflejan una exposición crediticia de 22.304 millones, de los que la mayor parte -9.576 millones- se corresponden con préstamos a minoristas. Abanca destaca también como un pulmón financiero empresarial, con 6.399 millones de exposición crediticia a empresas y apenas 270,67 millones a deuda soberana. Con activos por 52.591 millones, la ratio de cobertura a exposiciones "dudosas" supera el 53%, por encima de otros grandes bancos del país.

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"Es una muy buena para todos", reconocían ayer en el sector. Y, en efecto, así ha sido. La banca española obtuvo un aprobado general con un exceso de capital para el peor de los escenarios de 55.781 millones -pese a que Liberbank acarició el suspenso-, y entidades con gran presencia en Galicia como el Grupo Banco Popular o Sabadell, que operan en la comunidad con las marcas Pastor y Sabadell Gallego, han salido airosas.

En el primer caso, el Popular contaría con un exceso de capital de máxima calidad de 1.756 millones y una ratio de solvencia del 7,56%. La entidad cuenta, además, con otros 773 millones de bonos subordinados obligatoriamente convertibles en capital que no fueron considerados en el examen. De haber sido así, en el escenario adverso el superávit de capital superaría los 2.500 millones y una ratio de solvencia del 8,5%.

El Sabadell, por su parte, se reivindicó como "el único banco español al que no se le ha realizado ningún ajuste en su ratio de capital de partida una vez hecho el AQR. "En esta situación únicamente se encuentran quince entidades en toda Europa", explicó la entidad. Su nota fue del 8,33%, con un exceso de capital de más de 1.700 millones de euros en el escenario base, y de más de 2.200 millones de euros en el escenario considerado de máxima adversidad.

El banco con mejor nota fue Kutxabank, con una ratio de solvencia del 11,82% en el peor de los escenarios planteados.

Le siguen, por este orden, en razón de su ratio de capital de calidad en relación a los activos de riesgo, Bankinter, BFA-Bankia (nacionalizado y saneado por el Estado con 19.000 millones), CaixaBank, Abanca, BBVA, Santander, Unicaja, Sabadell, BMN (participado mayoritariamente por el Estado), Catalunya Banc (nacionalizado y luego vendido al BBVA), Cajamar (Grupo Cajas Rurales Unidas), Ibercaja, Banco Popular y Liberbank.