Los sindicatos reiterarán hoy su rechazo a la propuesta de recorte salarial de PSA Peugeot Citroën para el centro de Vigo por considerarla "inasumible" y exigen su retirada para seguir con la negociación, según indicaron ayer las diferentes formaciones a FARO. La dirección de Balaídos planteó el pasado lunes una rebaja del salario bruto anual del 5%, un recorte de las pagas "extras" de 50%, la congelación salarial hasta 2019 y la supresión y reducción de varios suplementos para poder optar con garantías a la adjudicación de la próxima generación de vehículos comerciales ligeros (furgonetas) del grupo, el proyecto K9, por el que compite también la planta eslovaca de Trnava.

Los sindicatos niegan que haya que llegar al "extremo" planteado por la dirección de PSA-Vigo para ganar este proyecto, y recordaron que en el contrato social firmado el año pasado en Francia para las plantas galas, que tienen un coste laboral muy superior al vigués (de 35 euros/hora frente a los 22 euros/hora de Balaídos) no hubo recorte de salarios, sino congelación solo para 2014 y moderación para las revisiones de 2015 y 2016. En ese contrato social, firmado por la mayoría de los sindicatos franceses, PSA se comprometía a no cerrar ninguna planta en el país y a asegurar un lanzamiento por centro. Tampoco para la asignación del proyecto K-zéro (la siguiente generación de los furgones Jumpy, Expert) al centro de SevelNord, en 2012, se llegó a la reducción de salarios, apuntan las mismas fuentes. PSA-Vigo, por su parte, indicó el pasado lunes que hay margen de actuación con las retribuciones salariales en Balaídos, ya que según indicó superan en un 30% a la media del sector de automoción de Galicia. Además de en salarios, el grupo exigió mejoras en logística, inversiones y proveedores (outsourcing).

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