La negociación para reducir los costes laborales en el centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën arrancó esta mañana con una propuesta de máximos de la empresa que ha provocado el rechazo de los sindicatos. La dirección de Balaídos, con el objetivo de alcanzar los niveles de rentabilidad exigidos por el grupo para adjudicarse la próxima generación de furgonetas de PSA (el proyecto K9), propone recortar un 5% el salario bruto anual y congelarlo hasta 2019, bajar un 50% las pagas extras y reducir un 33% la prima de objetivos.

A mayores, la empresa quiere bajar un 10% la antigüedad y congelarla de forma perpetua (no se generarían nuevos trienios), eliminar el complemento de presencia y reducir un 50% los complementos "fijo de noche", "nocturnidad", "cabina de lacas" y "fin de semana", así como limitar el número de licencias a lo estrictamente recogido en el Estatuto de los Trabajadores. PSA-Vigo transmitió a los sindicatos con representación en la mesa negociadora (SIT-FSI, UGT, CC OO y CIG) que pese a estos recortes, los salarios se quedarían por encima de la media industrial de Galicia.