"El mercado comienza a reactivarse". Así resume un experto en el sector conservero el acercamiento que se ha producido entre el gigante de Ribeira Frinsa del Noroeste a la -no menos grande- conservera Thenaisie Provote, con planta en O Grove y sede en Mos. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, Frinsa se ha planteado la compra de hasta el 80% de su competidora en una operación que, no obstante, todavía no está cerrada.

"Hay tres vías abiertas para concluir los contactos y ninguna está descartada", explican las mismas fuentes a FARO. Una de ellas es la toma de control de Thenaisie por parte de Frinsa, en la que Lorenzo Blanco mantendría un pequeño paquete accionarial durante "un periodo medio de tiempo", de hasta unos dos años, en los que continuaría como gerente.

Pero al margen de esta opción hay otras dos que se continúan analizando. Una de ellas es la firma de un "acuerdo de colaboración industrial a largo plazo" entre las dos sociedades, siempre sujeto a la entrada de Frinsa del Noroeste en Thenaisie Provote (THP) en un porcentaje que todavía no se ha determinado.

"La tercera alternativa es que Frinsa adquiera un paquete más importante de las acciones sin llegar a la mayoría, pero también mediante la fórmula de un acuerdo industrial" a largo plazo. Las negociaciones comenzaron antes de verano y, en principio, iban a cristalizar en septiembre, aunque finalmente se han demorado.

Según pudo saber este diario, en Frinsa disponen ya de un "inventario" con todos los bienes de Thenaisie Provote, así como de una due diligence -auditoría- elaborada por Pricewaterhouse Coopers (PwC), que en los últimos meses se ha especializado en el sector (elaboró, por ejemplo, el plan de negocio de Pescanova para los próximos años).

"Base de negociación"

Esta auditoría específica será la que sirva de "base de negociación" entre ambas empresas a la espera de que fructifique una alianza entre dos de los actores principales del sector en Galicia. Según los últimos datos disponibles -del Informe Ardán-, Thenaisie Provote dispone de una plantilla compuesta por unas 200 personas y factura más de 30 millones de euros anuales. Frinsa, por su parte, supera los 1.200 trabajadores y su volumen de negocio rebasa con holgura los 350 millones cada año.

Lorenzo Blanco, por último, ha hablado ya con representantes del comité de empresa para "tranquilizarlos" en caso de que se materialice la compra, de acuerdo a fuentes consultadas por este periódico.