El primer buque contratado con el nuevo sistema español de ayudas fiscales aprobado por Bruselas -el nuevo tax lease- navega ya rumbo a aguas escocesas. Se trata de un barco de suministro a plataformas de petróleo offshore que operará en los campos del Mar del Norte y que fue firmado el año pasado por el astillero vasco Balenciaga (el primero de una serie de dos unidades valoradas en 60 millones de euros). Desde la entrada en vigor del nuevo tax lease, en enero del año pasado, los constructores navales españoles han firmado nueve buques con este régimen, de un total de 44 barcos conseguidos (la mayoría pesqueros y embarcaciones sobre las que no se puede aplicar el tax lease, como los remolcadores). En Galicia, el sistema sigue sin estrenarse, aunque los propietarios de Hijos de J. Barreras admitieron públicamente que estudian aplicar el tax lease a los floteles de Pemex, como avanzó FARO tax lease.

La desconfianza en el sector tras la suspensión del anterior tax lease y la sentencia de la Comisión Europeatax lease que exige la devolución de las bonificaciones a los inversores que solían participar en estas operaciones han perjudicado a los astilleros españoles, que también se han visto afectados por la reforma del sistema financiero y el menor crédito disponible en el mercado. De hecho, hasta la fecha solo dos astilleros han conseguido estructurar operaciones con tax lease. El primero logró firmar ocho buques con el nuevo sistema, todos para armadores británicos, por un monto de 143 millones de euros. El primero de esos ocho barcos, el Grampian Dynamic, partió hace unos días del puerto vasco de Zumaia hacia Aberdeen, en Escocia. Gondán, por su parte, cerró el pasado marzo un PSV (buque de apoyo a plataformas offshore) para Noruega, por un precio de 58 millones de euros. En ninguno de los dos astilleros se trata de buques de la magnitud y el valor de los que se suelen contratar en la ría de Vigo, que en algunos casos como el flotel de Pemex superan los 100 millones de euros la unidad.

Según los datos que recopila el Ministerio de Industria (a través de Gernaval), los astilleros gallegos firmaron solo dos buques en los primeros seis meses del año: el flotel de Hijos de J. Barreras y el arrastrero de Construcciones Navales P. para Noruega. No computa el departamento que dirige José Manuel Soria ni el flotel ya en construcción en Navantia Ferrol (también para PMI Norteamérica, filial de Pemex) ni el remolcador para un armador nacional que Armón Vigo ya tiene en grada. Según cálculos realizados por FARO con ayuda del sector, en total los astilleros gallegos firmaron cuatro buques de un total de 16 en toda España. Lidera la lista de nuevos pedidos Armón (Asturias), con cuatro nuevos barcos, la mayoría remolcadores; Murueta (País Vasco), con tres unidades, Gondán, con dos, y Zamakona (País Vasco), también con dos.