La automoción gallega ha encontrado en México su nuevo El Dorado. En apenas dos años, una decena de industrias auxiliares y fabricantes de componentes de capital gallego -la mayoría vigueses- han dado el salto a territorio azteca atraídos por el crecimiento casi exponencial que el sector está registrando en regiones como El Bajío, bautizada como el Detroit mexicano por la elevada concentración de fabricantes de coches allí instalados. Esta situación ha catapultado a México al primer puesto en el ranking de países destino del proceso de internacionalización de la industria gallega del motor, que hasta ahora ocupaba el vecino Portugal. Fuentes del sector en México dan por hecha la llegada de nuevas compañías gallegas al país en los próximos meses, sobre todo de las actividades de fundición, moldes y matrices y metalmecánica.

"El crecimiento en El Bajío es espectacular. Hay más empresas gallegas posicionándose, pero por ahora no lo van a hacer público", reconoce a FARO un directivo de una de las industrias gallegas ya en funcionamiento en México. General Motors (GM), Volkswagen, Nissan, Honda, Mazda, Audi, Mercedes Benz, BMW y Hyundai poseen fábricas en el Detroit mexicano, que desde 2008 ha recibido inversiones por valor de 14.915 millones de dólares, según las estadísticas oficiales que manejan ProMéxico (sociedad del Gobierno azteca que promueve las inversiones y el comercio en la zona) e Invest in Celaya (entidad que impulsa los negocios en la ciudad capital de El Bajío).

La continua llegada de fabricantes de coches a esta región (los últimos en llegar han sido Mazda, Mercedes, BMW y Hyundai) ha disparado la demanda de componentes y de servicios de industrias auxiliares, lo que llevó a una decena de proveedores gallegos a cruzar el charco e instalarse en El Bajío en tiempo récord. Las primeras en asentarse fueron Marsan Transformaciones Superficiales e Izmar (Grupo IZ), en alianza con la mexicana FerreBaztan, con la que crearon la joint venture Itech Grupo. Esta sociedad ya cuenta con una planta de pintura en polvo y presta servicios logísticos a los proveedores de primer nivel (TIER 1) y ensambladoras de coches instalados en Celaya, como adelantó FARO.

Tras Marsan e Izmar les tocó el turno a Demsu (Deseño e Moldeado de Superficies) y EYP Group, que forjaron una empresa mixta con la firma mexicana Servicios Vistamex, bautizada como Trimechanics. Esta nueva compañía, ya operativa en Irapuato, ofrece servicios de diseño, fabricación, mantenimiento de moldes de inyección, máquinas o líneas de producción, y provee de equipos automatizados para empresas tanto del automóvil como aeronáuticas y del metal en general. También abrieron plantas en México el grupo empresarial vigués Copo, el mayor fabricante de componentes gallego, y la ourensana Hispamoldes, como avanzó este periódico en exclusiva. Copo se estrenó en suelo azteca con una fábrica de tejido para automoción en Silao (que estará en funcionamiento en el último trimestre del año), mientras que el primer fabricante gallego de moldes está construyendo una factoría cerca de Puebla.

Otra firma que no ha dudado en recorrer más de 9.000 kilómetros en busca de negocio ha sido la miñorana Esypro, que acaba de constituir una sociedad filial en Celaya (con instalaciones propias) para ofrecer soluciones logísticas y de ingeniería a los fabricantes de coches y componentes instalados en suelo azteca. También tienen presencia en México, en este caso a través de una oficina comercial en la capital del país, Valver (piezas decorativas y marcaje industrial, con plantas en Mos, Portugal y Colombia), Movelco (movilidad eléctrica) y Aníbal Metalmecánica Gallega.

México supera ya a Portugal como primer país receptor de inversiones de la industria gallega del automóvil. Y fuentes del sector aseguran que esta tendencia se mantendrá en los próximos años (México es actualmente el octavo país productor de vehículos del mundo, y se espera que escale al séptimo puesto en 2015). Entre los servicios más demandados por los fabricantes de coches en México están los de fundición, metalmecánica, moldes, matrices y utillajes, actividades en las que la industria gallega tiene una honda experiencia. La celebración el próximo noviembre en Celaya de la tercera edición de Sapuraiya, la primera feria sectorial del motor de El Bajío, servirá para escenificar el peso gallego en la región. Las mismas fuentes no descartan que más industrias gallegas confirmen entonces su implantación en México.