El pequeño consejo de Pescanova -tiene apenas cuatro miembros- no fue elegido para "refundar" la multinacional, sino para pilotar la compañía mientras no se ejecuta su reestructuración. Y los administradores de Deloitte, y en particular Senén Touza, continúan trabajando para que las grandes áreas de producción de la compañía continúen vendiendo y aportando Ebitda (resultado bruto, antes de impuestos, amortizaciones e intereses) al grupo gallego. Como avanzó FARO la pasada semana, Pescanova reúne hoy a su consejo, en el que los responsables de Acuicultura (de rodaballo y vannamei), Flota, Márketing, así como los máximos ejecutivos de las principales filiales, expondrán al nuevo consejo qué plan de gestión han diseñado a doce meses vista. Una vez superado el concurso, "es momento" de "centrarse en el día a día" de la empresa, y ya no está en manos de la administración concursal sino del máximo órgano ejecutivo: su consejo.

Los miembros que lo componen tienen marcada la hoja de ruta en el convenio, pero en Pescanova se confía en los principales directivos -no imputados en la causa que instruye la Audiencia Nacional- para que la compañía opere con la máxima normalidad. Alejandro Legarda (independiente, miembro de la Comisión de Vigilancia), Fernando Herce (presidió la última junta, representa a Iberfomento), Diego Fontán Zubizarreta (representa a Crisgadini, sociedad de inversión que gestiona con su esposa, la adinerada Carolina Masaveu) y César Mata (secretario ya con Fernández de Sousa y ahora también consejero) han de llevar las riendas de la pesquera hasta diciembre, cuando la banca tomará posesión como dueña del grupo.

"Es lógico que en la empresa estuvieran preocupados por los incidentes concursales", explican fuentes conocedoras de la situación en relación a la plantilla, pero "ahora el día a día debe gestionarlo el consejo sin preocuparse de la reestructuración". Para ello trabajan ya desde KPMG, Freshfields y los bancos del G8: el Sabadell, Popular, BBVA, Abanca, CaixaBank, Santander, Bankia y UBI Banca. "Lo que es necesario es que la compañía siga funcionando, aquí no se trata de volver a fundar otra Pescanova", sino de "poner en marcha una especie de plan estratégico a futuro", ejemplifican las mismas fuentes. Desde la banca y sus asesores se valora especialmente la disposición de Deloitte a asumir ese liderazgo en Chapela para que todo el engranaje de la compañía funcione bien. Para supervisar el cumplimiento del convenio ya existe otro organismo ajeno al consejo: la Comisión de Vigilancia. Ahí estará un representante de Pescanova (Legarda), de la banca (González-Robatto) y Deloitte, como anterior administrador concursal.

Los cuatro consejeros, ratificados en la junta del pasado 1 de julio, tiene además pendiente la aprobación de las cuentas semestrales. Desde la empresa apuntaron a FARO que se procederá a su aprobación en el cónclave de este miércoles. Por último, Pescanova ha dispuesto una dirección de correo electrónico para que los acreedores -los que tienen saldos pendientes inferiores a 100.000 euros- comuniquen sus números de cuenta. El dinero se les devolverá íntegro en un año y la cuenta es administracion-financiero@pescanova.es.