La 21ª edición del Informe Ardán, que analiza los datos del año 2012, arrastra la pesada losa de reflejar el peor año para la economía gallega. La máxima responsable del Consorcio Zona Franca, Teresa Pedrosa, recordó este hecho, determinante para comparar los datos con los que conocemos a día de hoy sobre 2013 o lo que va de 2014. El directorio del Ardán, la "Biblia empresarial" de Galicia, analizó 16.851 empresas de toda la comunidad, que facturaron más de 64.000 millones de euros y generaron otros 13.500 de valor añadido bruto (VAB). "Una quinta parte de la riqueza gallega la aporta el comercio por Inditex, aunque hay que tener en cuenta que en 2012 la factoría de PSA redujo su producción a 297.000 unidades", incidió Pedrosa. En esta ocasión, el informe dedica un capítulo especial al sector alimentario y gastronómico gallego, que considera "estratégico".

"En 2012 se toca fondo en la recesión gallega", que solo se vio aminorada por las exportaciones, como recordó ayer Albino Prada, uno de los autores del informe. Eso sí, Prada se mostró muy cauteloso por la caída de las exportaciones hasta el mes de abril y la persistencia de una demanda interna alicaída y que no sirve para dar un empujón a la salida de la crisis. "Dependemos mucho de dos gigantes", ejemplificó, en relación a Inditex y PSA Peugeot Citroën de Vigo. En Galicia, de hecho, es donde menos crece el número de empresas exportadoras, y éstas solo representan el 4,2% del total a nivel estatal. Es un nivel muy bajo que, dicen los expertos, debería revertirse.

"Lo que en 2012 nos ayudó a dulcificar el colapso, ahora son sectores que pierden pulso", expusieron los expertos en relación al peso de las ventas en el exterior, aunque esperan que "no se consolide" la mala tendencia durante todo el ejercicio. El economista Santiago Lago rechazó, a preguntas de los medios, que la economía de Vigo se haya deteriorado de forma irreversible durante la crisis económica, y llamó la atención sobre los ciclos económicos. Asimismo, expuso que una ciudad como A Coruña, muy expuesta al tercer sector, puede verse perjudicada por la pérdida del músculo financiero que antes tenía la ciudad herculina al tener allí la sede del Banco Pastor o Caixa Galicia.