Factoría Naval reconsidera su propuesta inicial y reduce a cuatro meses el expediente de regulación de empleo (ERE) que puso sobre la mesa el 4 de junio, al día siguiente de que solicitase en el juzgado un preconcurso de acreedores para blindarse frente a terceros mientras trata de renegociar su deuda financiera con Bankia, NCG Banco y Banco Sabadell-Gallego. Entonces había planteado un ERE suspensivo de doce meses.

Dirección y comité abrieron ayer la preceptiva negociación sobre el ERE y tras tres horas de diálogo la sesión se levantó con la rebaja temporal garantizada y con unos "flecos" pendientes que tendrán que definirse en el próximo encuentro, previsto para el 25 de junio. Esta reducción temporal era una exigencia de la parte social que rechazaba "rotundamente" una regulación de un año cuando el preconcurso obliga a Factoría Naval a tomar una decisión sobre si puede y quiere apostar por la viabilidad del astillero o bien opta por la liquidación en un plazo máximo de 4 meses.

El ERE suspensivo afectará a la totalidad de la plantilla, excepto al gerente. En estos cuatro meses las incorporaciones al trabajo estarán ligadas a las tareas administrativas y comerciales que no se interrumpirán con el fin de captar nuevos contratos y mantener un mínimo de actividad en las gradas con posibles reparaciones o encargos de puesta a punto de barcos que se puedan producir.