"Estamos preparados para asumir algún reto más. No creo que haya muchas empresas ahora del sector tan limpias y con una situación tan buena como nosotros". El director general de la compañía Marfrío, Santiago Montejo, fue así de tajante a preguntas de FARO después de inaugurar dos nuevas líneas de producción: una en Portugal -en su planta Pralisa, en Vilanova de Cerveira- y otra en Marín. Una inversión que, asegura Montejo, permitirá al grupo una mayor diversificación y más agilidad a la hora de entregar los productos.

La línea de producción que se inauguró en Portugal "no cabía" en Marín, y está dedicada a los precocinados. "Lo que demanda ahora el mercado es la rapidez y una gama más alta de productos", cree Montejo. La factoría Pralisa -añade- "es muy importante para nosotros, muy operativa y muy versátil", apostilló. Marfrío invirtió más de medio millón de euros en adaptar la factoría lusa a las necesidades de producción. "Estamos aportando tejido industrial en momentos muy complejos". En Marín, donde se hacen los preformados, la actividad también es frenética. "Tenemos un producto diversificado, con el que cubrimos toda la gama, desde la extracción hasta el consumidor final", afirmó Montejo.

La compañía ya destinó más de medio millón de euros para hacerse con la mayoría en Marfrío Vieira Perú, lo que le garantiza no solo el abastecimiento de especies como el potón, sino que le abre la puerta a poder abrirse un hueco en el mercado latinoamericano. Montejo augura que los resultados de este año irán en la misma línea de los del año pasado -unos 90 millones de euros-, pese a haber cambiado radicalmente de estrategia, prescindiendo de las actividades de trading a cambio de ganar clientes y tener más productos. El 70% de la producción de la compañía de Marín ya se exporta, tanto en el mercado europeo como, por ejemplo, el sudafricano.