La desinversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Repsol no tiene por qué afectar a Barreras. Fuentes del comité de empresa del astillero vigués negaron ayer que exista "inquietud" en la plantilla y confiaron en que la petrolera mexicana mantenga sus compromisos.

Las mismas fuentes explicaron que en Barreras, al contrario de lo que ocurría en Repsol, Pemex cuenta con la mayoría de las acciones de la sociedad (el 51%, a través de su filial PMI Comercio Internacional) y por tanto, controla la gestión de la misma. Existe -indicaron- una relación de beneficio mutuo que no tendría por qué verse alterada por la salida de Repsol: para Pemex ser propietario de un astillero como Barreras, que es la mayor factoría naval privada de España, le aporta tecnología y facilidades para construir buques avanzados; mientras que para Barreras el contar con un socio como el gigante azteca de los hidrocarburos le proporciona respaldo financiero, promoción internacional y acceso a clientes (armadores) que antes no tenía.

Al margen de la operación Pemex-Repsol, el astillero sigue con los trabajos previos para la construcción del flotel de Pemex Exploración y Producción (PEP) y del atunero de la armadora mexicana Procesa. Los primeros trabajos en la parte de acero ya están en marcha en el taller de corte (contratados al grupo Ganain, como avanzó FARO) y en las instalaciones del astillero continúan con los preparativos y los trabajos en el área técnica. Al margen de estos dos barcos, Hijos de J. Barreras puja por un supply, tres buques tanque y dos ferries, entre otras construcciones.