Yago Méndez Pascual, hijo del exdirector general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, presentó ayer su dimisión como consejero delegado de Amper y de todos sus cargos en las filiales del grupo, según informó la compañía en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Méndez abandonó además la semana pasada el consejo de Pescanova ocho años después de haber sido designado por su padre.

La decisión se produce el mismo día en que Amper confirmó al regulador bursártil la retirada del valenciano Enrique Bañuelos (fundador de la fallida y polémica inmobiliaria Astroc) como principal accionista a través de su sociedad Veremonte. La firma vendió la mayor parte de su paquete (20% del 24,05%) a Emilanteos -firma controlada por el presidente ejecutivo de la compañía tecnológica, Jaime Espinosa de los Monteros- que a su vez será transferido a los fondos de capital estadounidenses Slon Capital por 3,5 millones.

Veremonte entró en el capital de Amper en julio de 2012 atraído por el potencial del sector tecnológico y su proyección en Latinoamérica. Desde el inicio, nombró consejero delegado a Yago Méndez, hijo del exdirector general de Caixa Galicia, una de las principales entidades financiadoras de Bañuelos en la etapa de la burbuja de Astroc.

El mediano de los Méndez Pascual fue de hecho vocal de Caixa Galicia en el consejo de la inmobiliaria durante los primeros años. Once meses después de sacarla a Bolsa, Bañuelos salió de su capital de forma abrupta y el desplome de sus acciones atrapó a algunas de las mayores fortunas del país, entre ellas, Amancio Ortega, pero también a Caixa Galicia, que adquirió un 5% del capital cuando se estrenó en el parqué.

Un año después de la entrada de Veremonte en Amper, las pérdidas de la firma tecnológica se triplicaron y la firma braceaba para lograr una refinanciación de su deuda con la banca. El pasado 4 de marzo, la firma anunció un acuerdo según el cual Veremonte vendería un 20% del capital a Emilanteos y días después, el consejo aprobaba aceptar la oferta del fondo Slon Capital para entrar en el capital de Amper y facilitar así la renegociación de una deuda de 120 millones con 22 entidades financieras. Amper reconocía unas pérdidas de 58 millones que la situaban en "causa legal de disolución". En mayo, Amper anunció el acuerdo de intenciones suscrito entre Emilanteos y Slon Capital para transmitir un paquete de 8,82 millones de acciones por 3,5 millones.

El solo anuncio de la salida de Bañuelos y la entrada de un nuevo inversor venció las resistencias de la banca, que el pasado 25 de mayo aceptó el plan de refinanciación.