La Comisión Europea explicó ayer sus "recomendaciones" de política económica para España, con un capítulo especial para la reforma tributaria que se avecina. Las autoridades comunitarias insisten en que el Gobierno aborde desde 2015, año electoral, subidas del IVA -reduciendo los productos protegidos por tipos reducidos-, así como de los impuestos que gravan los consumos de carburantes, alcohol y tabaco. Al mismo tiempo, se plantea una rebaja de cotizaciones sociales para favorecer el empleo. Europa ratifica así su emplazamiento para que España emprenda una devaluación fiscal (reducción de cotizaciones acompasada por aumentos de la imposición indirecta), un proceso al que se resiste el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

La Comisión exige además a España concretar los ajustes que tiene previsto adoptar para cumplir los objetivos de reducción de déficit en 2015 (4,2%) y en 2016 (2,8%). El ejecutivo comunitario que preside interinamente José Manuel Durão Barroso pide nuevos recortes de gasto. El Gobierno español deberá "realizar, antes de febrero de 2015, una reducción sistemática del gasto en todos los niveles de la Administración para contribuir a mejorar la eficiencia y la calidad del gasto público". Bruselas pide expresamente "seguir aumentando la eficiencia del sector de la asistencia sanitaria, sobre todo aumentando la racionalización del gasto farmacéutico, particularmente en los hospitales".

España, resaltan las recomendaciones, debe "emprender nuevas medidas para reducir la segmentación del mercado laboral con el fin de favorecer empleos sostenibles y de calidad, incluyendo la reducción del número de tipo de contratos y garantizando un acceso equilibrado a los derechos de despidos", así como "reforzar los requisitos de búsqueda de empleo para la percepción de las prestaciones por desempleo". También en materia laboral, Bruselas reclama que "la evolución de los salarios reales sea coherente con el objetivo de creación de empleo". El Gobierno de Rajoy tiene que "acelerar la modernización de los servicios públicos de empleo" y "garantizar la aplicación eficaz, antes de finales de 2014, de las iniciativas de cooperación entre los sectores público y privado en los servicios de colocación".

En materia tributaria, el Ejecutivo comunitario pide a España que adopte antes de fin de año "una reforma fiscal completa para hacer el sistema tributario más simple y que favorezca el crecimiento y la creación de empleo, la preservación del medio ambiente y la estabilidad de los ingresos". Las autoridades europeas señalan el siguiente camino: "Desplazar los ingresos hacia impuestos que distorsionan menos, como los que gravan el consumo, los medioambientales (por ejemplo sobre los carburantes para coches) y los que gravan de forma recurrente la propiedad". El planteamiento sintoniza con las propuestas del comité de expertos que elaboró un informe para el Gobierno sobre la reforma tributaria. Bruselas quiere que España restrinja más los bienes y servicios a los que se aplica el IVA reducido (10%), lo que de hecho supone un nuevo incremento tributario. También desliza la posibilidad de gravar más la vivienda, como plantearon los expertos por medio de una revisión del IBI, y considera que el país tiene recorrido para elevar aún más los tributos que gravan gasolinas y gasóleos, así como el alcohol y el tabaco. Bruselas precisa que las últimas subidas sobre las bebidas alcohólicas dejaron fuera a la cerveza y al vino, al igual que ocurrió con la sidra por su moderada graduación.

La reforma fiscal, añade la UE, debe eliminar las deducciones "ineficientes" en el impuesto de sociedades y en el impuesto sobre la renta, así como "considerar la posibilidad de reducir las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, en particular en el caso de los empleos con salarios reducidos". La Comisión eleva así la presión sobre el Gobierno español para que aborde un proceso de devaluación fiscal, consistente en abaratar los costes laborales para estimular el empleo y la competitividad exterior de la economía, compensando la merma de ingresos de la Seguridad Social con aumentos de la imposición indirecta. Bruselas llega a decir que reducir las cotizaciones sería más beneficioso que la rebaja del IRPF prometida por Mariano Rajoy.