El 2 de febrero de 2010 se realizó el último acto de corte de la primera chapa de un buque en los astilleros de Navantia en Ferrol. Iba destinada al Adelaide de la marina australiana. Ayer, cuatro años después, la máquina que corta el metal volvió a funcionar. Fue en un acto sencillo y modesto en la factoría de Esteiro con el que se inició la construcción del flotel que ha encargado Pemex. Por delante quedan algo menos de 26 meses para terminarlo. El 16 de julio de 2016 debe ser entregado a la petrolera mexicana.

La previsión que maneja la empresa es que la puesta de la quilla se produzca el próximo mes de noviembre y la botadura en octubre de 2015. En los momentos más álgidos de la construcción, que llegarán el próximo año, su construcción ocupará a unos 400 trabajadores.

"Lo enfocamos con todo el entusiasmo del mundo", reconoció el director del proyecto, Jesús Fernández. "Para nosotros supone todo un reto y estaremos permanentemente en guardia para resolver cualquier problema", apuntó. Pese a ser la primera construcción de un barco civil en Ferrol en más de dos décadas, Fernández explicó que "el astillero está suficientemente preparado para atender este tipo de trabajo. El barco tiene sus complicaciones, pero el astillero tiene recursos y medios suficientes para atenderlos sin problema ninguno".

Junto a él estaba José Luis Hernández, subdirector de fletamientos de Pemex, encargado por el armador de la supervisión del barco. Hernández no descartó que la petrolera realizase más pedidos a Navantia y dejó abierta la puerta a nuevos acuerdos. "Específicamente ahora no tenemos nada en concreto pero hay algunos proyectos que estamos en el proceso de planificación inicial y que posiblemente se podrían llevar a cabo", explicó.