Los hogares españoles gastaron en 2013 una media de 2.300 euros en productos envasados de gran consumo, prácticamente lo mismo que un año antes, si bien un 77 por ciento de los consumidores ha cambiado sus hábitos para ahorrar y siete de cada diez compra solo productos básicos.

Así se desprende de la primera edición del estudio Nielsen 360º que anualmente analizará las tendencias de los mercados de gran consumo y del consumidor en España, presentado hoy y que constata que el comprador actual "no tiene nada que ver con el de hace diez años".

"Es seudoprofesional, cada vez está más enterado de todo, es más racional y busca hacer una compra rápida, en un entorno fácil. Acude a la compra sabiendo lo que quiere o, lo que es lo mismo, en modo piloto automático", ha señalado Alfonso Delgado, responsable de nuevos mercados de la compañía.

Aunque el gasto medio de los hogares es el mismo, la frecuencia con la que los ciudadanos van a los supermercados, tiendas e hipermercados ha aumentado (2-3 veces a la semana), lo que significa que en cada compra gastamos menos (una media de 15 euros).

Los establecimientos que se benefician de esta mayor frecuencia son los supermercados cercanos a los hogares, que ganan terreno y concentran el 72 % del gasto.

El estudio muestra un trasvase del consumo de fuera hacia el hogar, lo que supone que el gasto en bares y restaurantes haya caído más de un 4 %. Es lo que los expertos denominan "efecto vuelta a la madriguera".