Los ajustes laborales planteados el año pasado por las empresas en Galicia -entre ellos numerosos expedientes de regulación de empleo- provocaron un aumento de la conflictividad entre los empresarios y los trabajadores, con un alza en el número de huelgas convocadas y de los empleados que participaron en ellas. Los paros laborales registrados en la comunidad gallega ascendieron a 115 el pasado ejercicio, 19 más que un año antes (un aumento del 20%), mientras que los profesionales que secundaron esas huelgas se multiplicaron por más de tres. En 2013 más de 44.000 trabajadores secundaron los actos de protesta convocados por los representantes sindicales en Galicia, 31.286 más que el ejercicio anterior (un repunte del 238%), lo que hace que el pasado año sea el que contó con mayor participación en huelgas de los últimos cuatro. Los 44.415 de 2013 superan con mucho los 13.129 de 2012, los 11.400 de un año antes y los 15.500 de 2010.

Para encontrar un ejercicio con más conflictividad, al menos en el número de personas que secundaron los actos de protesta, hay que remontarse a 2009, cuando 216.900 gallegos participaron en algún tipo de huelga, según los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Las cifras de participación en paros laborales registradas en Galicia solo son superadas por las dos comunidades con mayor masa laboral de España: Cataluña y Madrid. En la primera casi 160.000 trabajadores secundaron actos convocados por los representantes sindicales (124.000 más que en 2012, un repunte del 346%) y en la segunda el número de participantes en huelgas se quedó en 61.326, frente a los más de 100.00 de un año antes, lo que supone un descenso del 39%.

En el lado opuesto, como las comunidades con menos profesionales implicados en conflictos laborales aparecen Canarias (con 3.745 participantes) y La Rioja, con solo 608 personas que secundaron algún paro laboral.

Mientras, en lo que se refiere a las jornadas no trabajadas como consecuencia de esas huelgas, Galicia ocupa el cuarto lugar, por detrás de Cataluña, Madrid y País Vasco. Los días sin actividad registrados a raíz de conflictos laborales ascendieron el año pasado en Galicia a 67.065, el doble que en 2012, cuando las jornadas perdidas se quedaron en 32.635. En este caso se trata también de la cifra más alta de días de inactividad desde 2009 pues a los datos de los dos últimos años se suman los 17.500 días no trabajados en 2011 y los 21.900 de un año antes, frente a los 370.500 de 2009.

La clasificación nacional en cuanto a jornadas laborales perdidas como consecuencia de las huelgas vuelve a estar liderada por Cataluña, con 350.767. La autonomía catalana registró un aumento del 325% pues en 2012 los días no trabajados por los empleados superaron levemente los 82.000. El segundo lugar corresponde a Madrid, con 228.583 jornadas perdidas, 100.000 menos que un año antes, y el tercero a País Vasco, que contabilizó 139.000 días sin actividad, una cifra levemente superior a la de 2012.

En cuanto a número de trabajadores implicados en las huelgas, la comunidad vasca está por debajo de Galicia pero en cuanto a las jornadas no trabajadas aparece por encima, lo que indica que los conflictos de los trabajadores vascos tuvieron una duración media superior a la de los gallegos.

Las autonomías que menos días de actividad perdieron en 2013 fueron Castilla-La Mancha, con 6.881 (más del doble que un año antes), Extremadura (con 5.625, 3.353 más que en 2012), y La Rioja, que apenas perdió 1.900 jornadas de trabajo pese a que registró un aumento del 700% (en el ejercicio anterior los días laborales sin actividad ascendieron a 238).

En el conjunto del Estado el año pasado se registraron 994 huelgas, 117 más que en 2012 (un repunte del 13%), mientras que los trabajadores que secundaron esas protestas ascendieron a 448.024, lo que supone un alza del 38% respecto a un año antes, cuando los participantes en huelgas se quedaron en 323.621.

El número de jornadas no trabajadas, sin embargo, descendió un 15% hasta rozar las 1.100.000, casi 200.000 menos que en el ejercicio precedente.